La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) denunció oficialmente una nueva ley aprobada el 4 de enero por el gobernador de Nueva Jersey, James McGreevey, que permite las investigaciones que incluyen la destrucción de embriones humanos así como experimentos de clonación humana.
“La ley de Nueva Jersey está diseñada para apoyar las aprobadas por el gobierno a favor de las ‘granjas de fetos humanos’”, afirmó Cathy Cleaver Ruse, directora de planificación e información para la Secretaría Pro-vida de la USCCB.
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“Ésta es la legislación más extrema e inhumana a favor de la clonación en el país”, agregó Cleaver y señaló que “debería ser rechazada por cada norteamericano que cree en la decencia común y en los derechos humanos básicos para todos”.
La ley, apoyada por la Biotechnology Industry Organization, promueve la “transferencia nuclear de células somáticas” –un eufemismo para la clonación– y el desarrollo de embriones humanos en etapas fetales tardías, para que puedan ser abortados al momento del nacimiento y así obtener células madre y tejidos.
Por otro lado, la norma –que contradice la ley nacional aprobada por la Cámara de Representantes que prohíbe todo tipo de clonación– sólo prohíbe explícitamente la clonación de “un individuo”, definida como “la réplica de un individuo humano mediante el cultivo de células con material genético en las etapas de embrión, feto y recién nacido a un nuevo ser humano”.