Santísimo es expuesto desde el techo de una parroquia para llevar esperanza a los vecinos

Frente a la cuarentena que muchos países han declarado por el avance del coronavirus, la parroquia San Antonio de Padua, en Lima (Perú), decidió exponer el Santísimo desde el techo de la iglesia para que los vecinos puedan acompañar en oración a Jesús Eucaristía.

En declaraciones a ACI Prensa, el párroco de la iglesia, P. Enrique Díaz, señaló que la iniciativa nació de los jóvenes que asisten a la parroquia, especialmente de dos de ellos, quienes coordinaron con los sacerdotes franciscanos para llevar a cabo la exposición.

"Fue bonito, porque hubo una muy buena recepción de toda la gente, de los edificios, de los vecinos", señaló.

Además, el sacerdote comentó que el Club Dubrovnik de Croacia, vecinos de la parroquia, se animaron a ayudarlos con la iluminación y los equipos necesarios para que todos los vecinos puedan vivir una hora de adoración.

La exposición del Santísimo a cielo abierto se dio el sábado 21 y domingo 22 de marzo, a las 8:30 p.m., la cual comenzó con un pequeño intervalo de música criolla, un tipo de música típica de Perú, para animar a los vecinos.

Luego, la custodia con la Eucaristía fue llevada al techo, donde con música y reflexiones se rezó por la salud de los afectados por el coronavirus y por todos los ciudadanos del país.

El P. Díaz indicó que hubo mucho respeto de parte de todos los vecinos, quienes salieron a ventanas y balcones, a pesar que no todos comparten la fe católica.

"Se ve la necesidad de Dios en el mundo, se ve la necesidad de todos los vecinos que están aquí de que puedan tener la presencia de Jesús", indicó.

Asimismo, agradeció el apoyo de la Provincia Misionera San Francisco Solano por permitir transmitir este momento de adoración Eucarística por sus redes sociales.

El sacerdote resaltó que en estos momentos de dificultad que está pasando el mundo y frente a la cuarentena obligatoria que se ha decretado en el país, la perseverancia en la vida de fe "es fundamental, y además es un gran consuelo y un momento de esperanza para ir afrontando todo lo que viene".

"Para los que tienen fe, por más difícil que sea, siempre tienes el consuelo y la esperanza que a Dios no se le escapa el mundo de las manos, que él siempre tiene el control de todo", agregó.