La decisión de la jueza federal argentina Susana Córdoba de retirar el sábado pasado la imagen de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás emplazada en la entrada del Palacio de Tribunales, ha suscitado la airada protesta de diversas organizaciones, que han denunciado su ilegalidad.
La jueza dio lugar a una acción de amparo presentada por la Asociación por los Derechos Civiles aduciendo que la imagen de la Virgen en el tribunal supremo “vulnera la imparcialidad judicial y lesiona el derecho al tratamiento igualitario de las personas”.
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Además, la decisión de Córdoba había sido desafiada legalmente por otras organizaciones ante la justicia argentina, y por tanto, la remoción de la imagen no podía proceder mientras el caso estaba pendiente.
Ante esto, la organización Pro-Vida, presidida el doctor Roberto Castellano, afirmó que la decisión judicial “sólo encuentra explicación en la campaña sistemática de agravio y ataque que de modo sostenido se viene ejecutando contra la religión católica”.
En su mensaje, Pro-Vida repudia la decisión “por resultar un ataque deliberado contra la fe católica y uno de sus símbolos más venerados, la figura de la Santísima Virgen Madre de Dios”.
La entidad explicó que el retiro de la imagen “realizada de manera clandestina, durante la feria judicial y para mayor seguridad un día sábado, sin conocimiento de las restantes partes, configura un grave atentado contra la libertad de cultos que, tanto en privado como en público, asegura la Constitución Nacional”.
Entre los ataques que según el grupo se han perpetrado en los últimos tiempos contra la Iglesia, el mensaje recuerda los daños contra la Catedral de Buenos Aires y la de Corrientes, agresiones a católicas que se oponían al aborto, profanación de otra imagen en un hospital de la provincia de La Rioja, denuncias contra colegios que aplican el catecismo de la Iglesia, difamaciones a sacerdotes, legislaciones contrarias al sentir religioso y moral de la población, entre otros.
“El ‘ateísmo militante’, es decir, la lucha contra la idea de Dios y de quienes la sostienen, como pregona la doctora Carmen Argibay, se encuentra en pleno desarrollo en un país que precisamente invoca su protección en el preámbulo de su Constitución”, añadió.
Al mismo tiempo, la publicación electrónica Notivida señaló que “todo parece indicar que comenzó la etapa del sectarismo de Estado”.
Notivida cuestionó la decisión de la jueza como la “la primera manifestación del ateísmo militante que parece que regirá los dictados de la justicia argentina”.
La agencia denunció que “hace pocos días, la doctora Carmen Argibay fue propuesta por el presidente (Néstor) Kirchner para ocupar uno de los sitiales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En una de sus primeras declaraciones la doctora Argibay se definió como ‘atea militante’. Vale decir que, además de no creer en Dios -ni en nada trascendente-, ‘milita’, o sea, combate a Dios, con todas las armas a su alcance”.
Notivida agregó que “Argibay, se proclamó izquierdista y partidaria del aborto; y como muchos otros que fustigan la intolerancia, el autoritarismo y la discriminación, considera que los que piensan distinto tienen una ‘posición mental totalmente retrógrada’”.
Finalmente, Notivida afirmó que “el atropello contra la imagen de la Virgen de San Nicolás y las declaraciones de la postulada nueva jueza de la Corte, muestran un oscuro horizonte en la Argentina no sólo para los católicos, sino para todos los creyentes”.