Siguiendo las medidas decretadas por el Poder Ejecutivo, la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) dispensó a sus fieles de asistir a Misa y pidió actuar por caridad cristiana y no por miedo, ante la lucha contra el nuevo coronavirus.
Por medio de un comunicado, los obispos emitieron algunas disposiciones a fin de colaborar con el estado de emergencia nacional solicitado por el Gobierno del país.
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Las medidas preventivas dadas por la conferencia episcopal buscan prevenir la propagación del COVID-19 en República Dominicana y ayudar a "la protección de la vida y la salud de la población".
Los obispos pidieron celebrar la Eucaristía sin participación de los fieles desde el jueves 19 de marzo, y animaron a orar por los enfermos, familias y personal de salud, "para que el Señor de la Vida, nos fortalezca en esta 'cuaresma involuntaria' que tenemos frente a nosotros".
Además, indicaron que todos los sacerdotes deben permanecer en sus parroquias "para garantizar el acompañamiento pastoral de sus feligreses".
La CED dispensó a todos los fieles de asistir a Misa y resaltó que es la misión de los laicos participar "como Iglesia doméstica desde sus hogares orando por la situación actual, viviendo en la esperanza y confianza de que Dios nos mostrará su rostro".
Asimismo, suspendió todas las actividades parroquiales e indicó que todas las celebraciones exequiales deben ser asistidas con las precauciones correspondientes.
Para que esta cuarentena no afecte la vida espiritual, los obispos señalaron que la Santa Misa será transmitida por los medios de comunicación, especialmente los domingos, para que "todos los fieles se sientan acompañados pastoral y espiritualmente, y permanezcan en comunión con toda la Iglesia".
La conferencia episcopal exhortó a seguir las disposiciones emitidas con disposición, "por amor a la caridad cristiana y no por miedo", y mantener "la fe, la oración y la prudencia".
Finalmente, pidió estar atentos a la información emitida por organismos oficiales, para no divulgar noticias de dudosa procedencia.
"¡Fomentemos la esperanza y la certeza de que Dios nunca abandona a su pueblo!", concluyó.
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