Luego que el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, catalogó como desastre nacional el avance del COVID-19, los obispos católicos han dado medidas preventivas para la vivencia de la fe, que contemplan un aforo máximo de cien personas en la celebración de la Santa Misa.
La declaración de Ramaphosa es la primera de su tipo en África subsahariana, que refleja la situación que vive el país, que cuenta ya con 116 casos confirmados de infección por el virus.
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En un comunicado emitido este lunes 16 de marzo, la Conferencia de Obispos Católicos del África Meridional (SACBC) indicó que, siguiendo las medidas tomadas por el presidente, la Iglesia católica en el país ha decidido restringir la asistencia a Misa Dominical a cien personas.
En el comunicado, los obispos indican que "otorgarán una dispensa de las obligaciones normales de asistir a la Misa dominical y otras celebraciones sacramentales a los ancianos, los enfermos y los niños" y alientan a los sacerdotes a celebrar "más Misas con grupos más pequeños".
Además, los prelados piden al clero ser cuidadoso y prudente en la administración, celebración y asistencia de los sacramentos del Bautismo, la Primera Comunión, la Confirmación, el Santo Matrimonio Y las Órdenes Santas.
"Se deben tomar medidas de seguridad para administrar el Sacramento de la Penitencia y Reconciliación", indican.
Asimismo, pidieron "medidas de seguridad extraordinarias" en el proceso de visitar y ungir a los enfermos, y anunciaron que "se otorgará el permiso necesario para la absolución general durante la pandemia".
Otras medidas preventivas, piden a los obispos posponer las ordenaciones al sacerdocio y diaconado, restringir la asistencia a las bodas a "solo miembros de la familia inmediata", limitar la asistencia a funerales ha "menos de cien" personas, y suspender la bendición de los sacramentales mediante la colocación de las manos.
Los retiros y talleres también han sido suspendidos.
Con respecto a las celebraciones de Pascua, los prelados de Sudáfrica han aconsejado considerar "alternativas seguras para los rituales del triduo".
Otras recomendaciones incluyen evitar poner agua bendita a la entrada de las iglesias, la observancia de la higiene por parte del clero y los ministros extraordinarios de la Sagrada Eucaristía, y el lavado frecuente de manos por parte de todos.
De acuerdo con los obispos, las "medidas drásticas" ofrecen una oportunidad a los cristianos en la región para renovar su aprecio por el "valor de la oración en el hogar y en privado".
"Nos alienta a leer nuestras Biblias y celebrar los Servicios de la Palabra; podemos estar en 'comunión espiritual' con nuestro Señor en la Eucaristía y en nuestro prójimo", añaden.
Mientras tanto, en un intento por prevenir la propagación de COVID-19, se espera que el gobierno de Sudáfrica revoque las casi diez mil visas emitidas este año a ciudadanos de China e Irán. En adelante, se requerirán visas para otros países de alto riesgo, que anteriormente habían estado libres de visa, incluidos Italia y los Estados Unidos.
Con 116 casos confirmados de COVID-19, el país tiene el número más alto de infecciones en Subsahariana y el segundo más alto en África, luego de los 196 casos confirmados en Egipto. Argelia ocupa el tercer lugar con 72 casos.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en ACI África.