El Santuario Nacional de Aparecida, a unos 160 kilómetros de la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, anunció que suspenderá las celebraciones de la Santa Misa como una forma de prevenir la propagación del coronavirus COVID-19.
En una nota publicada el sábado 14 de marzo, el santuario más visitado del país informó que "los eventos (Misas y otras celebraciones) se suspenden temporalmente y pueden cambiar de acuerdo con las nuevas pautas".
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También aclara que la medida se tomó "en consideración de las directrices de las autoridades sobre la prevención de COVID-19".
Según los medios brasileños, también el sábado una jueza ordenó la suspensión de Misas y eventos en el Santuario Nacional de Aparecida. Según el portal G1, la demanda fue presentada por el Ministerio Público y aceptada por la jueza Luciene Belan Ferreira Allemand, en una orden preliminar debido a Covid-19.
"En vista de lo anterior, anticipo los efectos de la tutela, debido a la amenaza de contaminación y propagación de la enfermedad, ya que es una medida de salud pública, evitando así la exposición de varias personas al virus, así como sus consecuencias", dice un extracto del fallo.
La última Misa en el santuario se celebró al mediodía del sábado. La suspensión de las celebraciones, según la decisión judicial, es de 30 días, incluyendo Semana Santa y Pascua.
El Santuario Nacional de Aparecida es el santuario mariano más grande del mundo y, alrededor de su altar central, alberga a unas 35 mil personas.
A pesar de la suspensión de Misas y otros eventos, el santuario informó en una nota que visitar el templo "sigue estando permitido".
Además, indica que "los empleados de la institución están debidamente orientados a las medidas preventivas" y que "los espacios pequeños como los ascensores, auditorios y salas de reuniones tendrán un número reducido de usuarios".
La nota también establece que "se ha reforzado la frecuencia de limpieza de los espacios comunes del Santuario Nacional. Además, las instalaciones sanitarias disponibles en el complejo de recepción cuentan tradicionalmente con agua corriente, jabón y toallas de papel, elementos señalados por las autoridades de salud como los más efectivos para la prevención".
Asimismo, el puesto médico del templo creó un flujo de atención guiado por el Departamento de Salud.
"La institución permanece atenta a las posibles nuevas orientaciones de los líderes civiles y religiosos para actuar rápidamente a favor del bien común y, si es necesario, adoptar otras medidas", concluye.