La policía interrumpió este domingo 15 de marzo la celebración de una Misa pública en la Parroquia de San Francisco de Asís de la localidad italiana de Cerveteri, en la provincia de Roma.
La celebración eucarística se estaba celebrando pese a lo estipulado en los decretos del gobierno italiano para evitar la propagación del coronavirus COVID-19, que prohíben las celebraciones religiosas.
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El oficio de esta Misa también contrariaba las indicaciones de la Diócesis de Roma y de la Conferencia Episcopal Italiana que han confirmado las medidas del gobierno.
Según narró un testigo de lo ocurrido, en la Misa estaban participando 15 personas y se estaba transmitiendo por Facebook Live. Los policías interrumpieron la liturgia inmediatamente después de la comunión y justo antes de la bendición final.
En concreto, el decreto del gobierno, del 8 de marzo, establece que "quedan suspendidas las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres".
Además, el 11 de marzo se aprobó un nuevo decreto que endurecía las medidas, hasta el 3 de abril, para evitar la propagación del virus. Las medidas incluyen además la imposibilidad de salir de casa, excepto cuando se necesite comprar alimentos o en caso de alguna emergencia de salud.
Para dar cumplimiento a ese decreto, la Diócesis de Roma decidió el 9 de marzo la cancelación de todas las misas públicas de la Diócesis. De ese modo las iglesias parroquiales permanecen abiertas únicamente para la oración personal y, en casos concretos, la adoración eucarística y la administración del sacramento de la Confesión.
El 12 de marzo, la diócesis aprobó una nueva disposición por la que se cerraban las parroquias e iglesias de Roma, pero al día siguiente, se rectificó esa medida.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Italiana decretó la suspensión de todas las ceremonias religiosas en todo el territorio nacional: "la interpretación proporcionada por el gobierno incluye estrictamente Misas y ritos funerarios entre las 'ceremonias religiosas'".
Para hacer frente a la falta de Misas, diversas diócesis transmiten la Misa en directo, para que así los fieles que están dispensados del precepto dominical, puedan participar en la liturgia desde sus casas.
Asimismo, la Santa Sede también canceló la celebración pública del Ángelus dominical y de la Audiencia General de los miércoles, que se están transmitiendo por televisión desde la Biblioteca del Palacio Apostólico.