La Conferencia Episcopal Española recomienda no acudir a Misa como medida de prevención contra el coronavirus COVID-19, y "seguir la celebración de la Eucaristía en familia por los medios de comunicación".
En una nota con orientaciones publicada el viernes 13 de marzo, la Conferencia Episcopal señala que "debido a su vulnerabilidad, es aconsejable que las personas con enfermedades crónicas, ancianas, debilitadas o con riesgo potencial, y quienes conviven con ellas, se abstengan de acudir a la celebración de la Eucaristía. A todos se nos está recomendando salir de casa lo menos posible".
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Eso no significa que se suspendan las Misas, ya que "las celebraciones habituales de la Eucaristía pueden mantenerse con la sola presencia del sacerdote y un posible pequeño grupo convocado por el celebrante".
En caso de participar en la Eucaristía, "se recomienda recibir la comunión en la mano. Los celebrantes y quienes distribuyen la comunión y preparan los objetos litúrgicos deben extremar el cuidado en la desinfección de las manos. Debe de omitirse el rito de la paz o expresarse en un gesto que evite el contacto físico".
Asimismo, los obispos españoles anunciaron que se suspenden las catequesis presenciales y proponen, en su lugar, "continuar la catequesis en familia para lo cual las parroquias han de ofrecer orientaciones y recursos".
Se suspenden también "las charlas, encuentros formativos, actos de devoción, conciertos, conferencias o eventos de carácter similar en templos y dependencias diocesanas".
Los obispos recomiendan también que en la celebración de funerales y exequias "participen únicamente los familiares y personas más allegadas".
Sobre el sacramento de la confesión "podría celebrarse en espacios o ámbitos que aseguren la intimidad y la distancia de seguridad recomendada por las autoridades sanitarias".
De todos modos, "los templos pueden permanecer abiertos para la oración personal e invocar al Señor los dones de la sabiduría y fortaleza para vivir este momento".
Estas "medidas necesarias" se han adoptado siguiendo los consejos y decisiones del Gobierno central y las administraciones regionales.
En el comunicado se especifica que "como cristianos, queremos vivir estos momentos con toda nuestra responsabilidad ciudadana, con la solidaridad fraterna hacia las personas afectadas, y con la confianza en el Señor que en tiempos de prueba nunca nos deja de su mano, sino que sostiene nuestra esperanza y nos invita a la conversión".
La Conferencia Episcopal hace una "llamada a la solidaridad en el cuidado a las personas más débiles y necesitadas de ayuda, enfermos mayores y solos".
Los obispos españoles piden también un ejercicio de solidaridad "ante las consecuencias económicas y sociales que se temen como consecuencia de este problema global".
También piden los prelados españoles un ejercicio de responsabilidad a los ciudadanos para "no exponernos al contagio ni ser cauce del contagio a otros".
"Las medidas que hemos de estar dispuestos a poner en práctica han de ayudarnos a no contraer la enfermedad y así no ser la causa de que otros cercanos a nosotros se contagien".
Por ello, "estamos llamados a realizar esfuerzos y renuncias, aunque resulten dolorosas. Especialmente los jóvenes están llamados a colaborar y dar testimonio de fraternidad".
"Hacemos un llamamiento a seguir las indicaciones de los responsables de la salud para evitar el avance acelerado de la enfermedad con las medidas higiénicas y evitando contactos que faciliten el contagio".
Los obispos españoles insisten en la obligación de "mantener distancias" y, como contramedida, animan a cultivar "la cercanía de la oración. Oremos unos por otros, por quienes están padeciendo la enfermedad, por sus familiares y amigos, por el personal sanitario, así como por quienes trabajan por la contención en la propagación del virus".
"Que los esfuerzos realizados para contener la propagación del coronavirus se acompañen del compromiso de cada fiel para el bien mayor: el cuidado de la vida, la derrota del miedo, el triunfo de la esperanza".
El comunicado de los obispos españoles finaliza invitando a "colaborar responsablemente en todo lo necesario para el control de esta pandemia atendiendo a las indicaciones de las autoridades sanitarias".
Recuerda que "estos criterios podrán ser actualizados en la medida en que evolucionen los acontecimientos y surjan nuevas medidas por parte de las Administraciones públicas" e invita a "elevar nuestra mirada al Señor desde la fragilidad de nuestra humana condición".