El Papa Francisco invitó a los salesianos a soñar "a lo grande" "con casas abiertas, fructíferas y evangelizadoras, capaces de permitir que el Señor muestre su amor incondicional a muchos jóvenes y que a ustedes les permita disfrutar de la belleza a la que han sido llamados".
Así se expresó en el mensaje que envió a los participantes en el 28º Capítulo General de la Congregación Salesiana, que inició el pasado 16 de febrero y que se clausura este sábado 14 de marzo, unos días antes de la fecha de cierre prevista, el 4 de abril, debido a las medidas de prevención adoptadas para evitar la propagación del coronavirus COVID-19.
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En su mensaje, el Papa Francisco explicó que "pensar en la figura de salesiano para los jóvenes de hoy implica aceptar que estamos inmersos en un momento de cambio".
En ese sentido, recordó que la juventud está "en movimiento" y "en continua transformación".
Por ello, hizo un llamado a la "docilidad hacia los jóvenes y sus necesidades y docilidad hacia el Espíritu y todo lo que Él quiere transformar".
Invitó también a los salesianos a "continuar permeando las vidas de muchos jóvenes abandonados y en peligro, pobres y necesitados, excluidos y descartados, privados de derechos, de hogar".
Porque "los jóvenes esperan una mirada de esperanza capaz de contradecir cualquier tipo de fatalismo o determinismo. Están esperando encontrarse con la mirada de Jesús".
El Santo Padre explicó que el salesiano del siglo XXI es "un hombre lleno de esperanza porque sabe que su centro está en el Señor, capaz de hacer nuevas todas las cosas".
"Solo esto hará que nuestra vida sea fructífera porque permitirá que el don recibido continúe siendo experimentado y expresado como una buena noticia con y para los jóvenes de hoy".
Para ello, hay que "superar los temores y miedos de haber creído que el carisma se redujo o se identificó con ciertas obras o estructuras".
"La vida fiel del carisma es algo más rico y estimulante que el simple abandono, retiro o reajuste de casas o actividades implica un cambio de mentalidad frente a la misión a cumplir".
El Papa destacó cómo el santo fundador de los salesianos, Don Bosco, al rescatar a niños de la calle "les permitió experimentar tangiblemente la paternidad de Dios y les proporcionó herramientas para contar su vida y su historia a la luz del amor incondicional".
Asimismo, insistió en que los misioneros "no están formados para la misión, sino en la misión", "la misión 'ínter gentes' es nuestra mejor escuela", aseguró.
También advirtió contra "el clericalismo". "Es la búsqueda personal de querer ocupar, concentrar y determinar espacios minimizando y cancelando la unción del Pueblo de Dios".
El clericalismo "confunde elección con privilegio, servicio con servilismo, la unidad con la uniformidad, la discrepancia con la oposición, la formación con el adoctrinamiento". "El clericalismo es una perversión que favorece los lazos funcionales, paternalistas, posesivos e incluso manipuladores con el resto de las vocaciones en la Iglesia".
También rechazó "la tendencia al rigorismo", que consiste en "confundir la autoridad con el autoritarismo, pretender gobernar y controlar los procesos humanos con una actitud escrupulosa, severa e incluso mezquina hacia las limitaciones y debilidades propias o ajenas".
En ese sentido, hizo hincapié en que los coadjutores y las mujeres "constituyen un 'antídoto' contra cualquier tendencia clericalista y rigorista".
"Los hermanos coadjutores son una expresión viva de la gratuidad que el carisma nos invita a apreciar. El primer llamado es ser una presencia alegre y libre entre los jóvenes".
Recordó que "durante siglos, las mujeres han mantenido a la Iglesia de pie en esos lugares con una dedicación admirable y una fe ardiente. Sin una presencia real y afectiva de mujeres, sus obras carecerían del coraje y la capacidad de declinar la presencia como hospitalidad, como hogar".
Por eso, el Santo Padre pidió a los salesianos "continuar dinámicas en las que la voz de la mujer, su mirada y sus acciones encuentran eco en la toma de decisiones; como actor, no auxiliar sino constitutivo de sus presencias".