El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile manifestó su preocupación por el tiempo transcurrido, desde el estallido social, en el que "los clamores sociales han sido desplazados" por quienes toman las decisiones.
El 18 de octubre de 2019 se vivió un estallido social en Santiago debido a las constantes alzas en el Metro, cuya tarifa está integrada a la red de transporte metropolitano.
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Los estudiantes iniciaron una evasión masiva en las estaciones del tren subterráneo y horas después, se inició una escalada de violencia que terminó en la destrucción de estaciones, la vía pública, incendios en supermercados y saqueos. La situación se replicó también en regiones. La ciudadanía ha pedido la solución de diversas demandas sociales que permitan una vida digna y una mayor equidad social a través distintas manifestaciones que se inician de una forma pacífica, pero terminan con enfrentamientos entre la policía y civiles.
En el intento de poner orden, es que la policía ha ejercido una fuerza desmedida contra los manifestantes, y viceversa; dando como resultados cientos de mutilaciones oculares y algunas muertes.
"Han transcurrido casi cinco meses y el despertar de Chile no ha sido atendido con la celeridad y efectividad que se esperaba en asuntos tan graves como la injusta distribución del ingreso, los precarios empleos, sueldos mínimos y pensiones, las urgentes necesidades de acceso a la salud, la justa valoración de la mujer en la sociedad y la protección de los grupos más vulnerables, entre otros temas".
"Percibimos que los principales clamores sociales" "han sido desplazados en las prioridades de quienes toman las decisiones en Chile", afirmaron.
En ese sentido, compartieron "el razonable malestar de la gente respecto del rol que las autoridades, los legisladores y los dirigentes políticos y sociales están asumiendo frente a estos dramas".
"No se entiende por qué las necesarias correcciones que se prometen no avanzan con la rapidez anhelada. Decepciona el nivel del debate político en el que, con permanentes descalificaciones, los intereses particulares y sectoriales frenan acuerdos y logros que ayudarían al bien común. Chile exige un diálogo fecundo en un contexto de amistad cívica", aseguraron.
En cuanto a los episodios de violencia, "que siempre perjudican a los más pobres y vulneran los derechos de las personas, se repiten y mantienen en diversos puntos del país, generando un clima de miedo e incertidumbre que nos hace un grave daño".
"No podemos dejarnos vencer por esta espiral de violencia y terror. La democracia es un bien que todos tenemos que cuidar", manifestaron.
Para resolver las demandas sociales, un sector de la población cree que se debe elaborar una nueva Constitución que reemplace a la redactada por la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Esta demanda fue acogida por los políticos del país y en noviembre de 2019 se generó un pacto para avanzar en la materia. El primer paso será el plebiscito ciudadano del próximo 26 de abril.
En ese acto cívico la ciudadanía debe responder si quiere una nueva Constitución o no, y qué tipo de organismo debería trabajar en ella: la "Convención Mixta Constitucional", compuesta por un número equitativo de parlamentarios y representantes de la ciudadanía; o bien "Convención Constitucional", integrada solo por personas escogidas por la ciudadanía.
En ese contexto, el Comité Permanente alentó a "prepararse con serenidad y confianza" para esa votación, "para que nuestro voto sea informado es necesario conocer, reflexionar y discernir a nivel personal, familiar y comunitario", aseguró.
En ese sentido alentaron a trabajar en comunidad con las fichas elaboradas por la Comisión Nacional Justicia y Paz que ayudarán a "comprender lo valioso que es estar presente y participar en todas las decisiones importantes del país".
El Comité Permanente de la CECh invitó a "no tener miedo y renovar nuestra esperanza en Jesús en este tiempo de Cuaresma que mira a la Resurrección del Señor".
"No nos dejemos llevar por la desesperación y el fatalismo. Sigamos orando a la Virgen del Carmen por Chile, por la paz y la justicia, que son los pilares de una sociedad que pone en el centro la vida y la dignidad de la persona y la promoción del bien común", concluyeron.