Algunos templos católicos emblemáticos fueron nuevamente atacados por grupos feministas durante la marcha por el Día de la Mujer en Santiago de Chile, dejando sobre sus paredes frases contra la Iglesia y a favor del aborto.

La movilización se inició pasado el mediodía. El recorrido contempló unos tres kilómetros desde la Plaza Italia por la calzada sur de la avenida Libertador Bernardo O'Higgins, conocida como la Alameda, hasta la calle Echaurren.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Durante el trayecto hay dos iglesias que forman parte del patrimonio cultural y religioso de Chile y que en los últimos meses se han convertido en blanco de ataques durante las manifestaciones. Hay otros templos más pequeños, pero que también reciben las cargas de los manifestantes. 

Las mujeres policías también recibieron constantes insultos por parte de algunos manifestantes. 

En ese contexto, la Iglesia San Francisco de Alameda y de la Gratitud Nacional fueron pintadas con consignas como "Iglesia cómplice", "fábrica de violadores", "aborto legal", "lxs provida son pro balas", "protegen al feto hasta que les sale fletx", "Dios no existe", entre otras frases irreproducibles.

<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">Las portadas post <a href="https://twitter.com/hashtag/8M?src=hash&amp;ref_src=twsrc%5Etfw">#8M</a> ... qué lamentable ver las iglesias y cuanto espacio público hay, lleno de odio. <a href="https://t.co/U5Rw7irNmm">pic.twitter.com/U5Rw7irNmm</a></p>&mdash; Giselle Vargas ن (@Giselle_VN) <a href="https://twitter.com/Giselle_VN/status/1237078467113619458?ref_src=twsrc%5Etfw">March 9, 2020</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>

La Iglesia San Francisco cumplió 400 años de fundación y se erigió junto al caminar de la ciudad. Es un oasis de paz en medio de la ciudad que se compone por la iglesia, el convento y Museo de Arte Colonial, que resguardan importantes obras de la época.

En la actualidad, el templo franciscano realiza una importante labor pastoral con la comunidad y social con los más desposeídos. 

En tanto, la Iglesia de la Gratitud Nacional al Sagrado Corazón de Jesús ha albergado importantes acontecimientos históricos. Su nombre se debe al gesto de agradecimiento de la patria a Dios por la paz obtenida tras la Guerra del Pacífico. En algún momento, albergó los restos de héroes de distintos conflictos bélicos en los que participó Chile.

Este templo, perteneciente a los salesianos, ha sufrido múltiples daños debido a terremotos, como el de 2010; y ataques como la destrucción del Cristo Crucificado durante una protesta estudiantil en 2016.

Luego de la crisis social desatada el 18 de octubre en el país a raíz del alza del precio del metro, la ciudadanía comenzó a manifestarse en forma espontánea y masiva para exigir al gobierno una serie de demandas sociales que permitan mejorar la calidad de vida de los chilenos. 

Hasta el día de hoy, las marchas que inician en forma pacífica, pero concluyen con enfrentamientos entre encapuchados y la policía, y con frecuencia desencadenan ataques a iglesias, la propiedad privada y pública, y el mobiliario urbano.

Los templos católicos también han debido tomar medidas de seguridad en puertas y ventanales para evitar ingresos violentos, robos u otros ataques durante las manifestaciones. 

Cuando comenzaron las manifestaciones sociales en Chile, el Provincial de la Orden Franciscana, P. Isauro Covilli conversó con ACI Prensa y manifestó que "las demandas sociales son justas e históricas", sin embargo, "lo patrimonial es de todos y por lo tanto todos debemos cuidarlo, no solo quienes lo custodian. Nadie puede dañar el  patrimonio que es común".

"Lamentamos que el templo sea blanco de ataques, es como una pizarra donde todos escriben y expresan su rabia y descontento con mensajes para el gobierno, los políticos y la Iglesia", explicó.

"Rechazamos todas las situaciones de violencia, estamos cansados de esto, de los pequeños grupos que son más bien anarquistas que destruyen y al parecer las demandas les sirven de pretexto para sus fines que más bien son destruir". 

"La violencia suma, más violencia y no se conquista mayor justicia social así", concluyó el P. Covili.