Los procesos de beatificación de dos brasileños, el P. Léo Tarcísio Gonçalves y Marcelo Henrique Câmara, se abrirán oficialmente este fin de semana luego de que los tribunales arquidiocesanos de ambos se instalen en la Arquidiócesis de Florianópolis (Brasil).
Este nuevo paso en el camino hacia los altares del P. Léo y Marcelo Câmara se realizará gracias a que la Congregación para las Causas de los Santos otorgó el decreto "nihil obstat" en el 2019, lo que garantiza que no hay obstáculos por parte de la Santa Sede para abrir estas causas.
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El primero en abrir oficialmente su causa será el P. Leo, en una ceremonia el sábado 7 de marzo en la sede de la Comunidad Bethânia, fundada por el propio sacerdote, en São João Batista (estado de Santa Catarina). En el caso de Marcelo Câmara, tendrá lugar el domingo 8 de marzo en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en Florianópolis.
Con la apertura de los procesos de beatificación, ambos recibieron el título de Siervo de Dios y los fieles podrán ofrecer veneración privada, con oraciones y solicitudes de intercesión.
Según la Arquidiócesis de Florianópolis, el Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico y de Apelaciones Interdiocesano de Florianópolis, P. Tarcísio Pedro Vieira, será el delegado arquidiocesano por estas dos causas.
Para el sacerdote, el progreso de los procesos crea una atmósfera especial en esta Iglesia particular: de oración, vida fraterna, caridad cristiana, de santidad, de deseo del cielo.
"Hay tantas personas entre nosotros que destacan por la práctica de las virtudes y por el amor de Jesús y su Iglesia. Todos estamos llamados a la santidad. El proceso canónico de instruir sobre una causa de beatificación y canonización es un medio especial para probar la experiencia heroica de las virtudes, confirmando la fama de la santidad, el seguimiento total de Jesucristo y la existencia de signos extraordinarios de gracias y milagros", declaró al sitio web arquidiocesano.
P. Léo Tarcísio Gonçalves
Tarcísio Gonçalves Pereira, quien más tarde se hizo conocido como el P. Léo, nació el 9 de octubre de 1961 en una humilde familia de Delfim Moreira (estado de Minas Gerais).
Era el noveno hijo Joaquim Mendes Pereira y Maria Nazaré Guimarães. Como él mismo dijo, antes de unirse al seminario trabajó duro como tornero mecánico y también en una fábrica de armas.
En 1982 ingresó al seminario de la Congregación de los Padres del Sagrado Corazón de Jesús, en Lavras (Minas Gerais). Hizo su noviciado en Jaraguá do Sul (Santa Catarina), estudió Filosofía en Brusque (Santa Catarina) y completó Teología en Taubaté (Sao Paulo).
Fue ordenado sacerdote en 1990 y en 1995 fundó la Comunidad Bethânia, cuyo carisma es acoger a las personas marginadas, drogadictas y víctimas de la prostitución.
El P. Léo también trabajó en los medios de comunicación, después de haber publicado 27 libros y conducido programas de televisión en la Associação do Senhor Jesus y en la Comunidad Canção Nova.
El 4 de enero de 2007, a la edad de 45 años, falleció por una infección generalizada por cáncer en el sistema linfático.
Sin embargo, incluso cuando estaba enfermo, no descuidó su misión evangelizadora. En 2006 pronunció su última predicación en Hosana Brasil, de la Comunidad Canção Nova.
En esa oportunidad dijo: "¿Quieres ser feliz? Busca las cosas de arriba. Esta es la gran palabra que Dios trajo a mi corazón en este momento. La enfermedad me quitó todo: ya no puedo caminar solo, no puedo ver correctamente. Soy ciego en el ojo derecho y solo veo alrededor del 40% con el ojo izquierdo. Pero se me ocurrió: '¡Ay de mí si no evangelizo!' (1 Corintios 9, 16b)".
Marcelo Câmara
El joven laico Marcelo Henrique Câmara nació el 26 de junio de 1979 en Florianópolis. Se graduó en Derecho, fue fiscal estatal y miembro del Opus Dei. Murió de cáncer a los 28 años el 20 de marzo de 2008.
Según la Arquidiócesis de Florianópolis, después de una intensa conversión en un retiro promovido por el Movimiento Emaús, Marcelo buscó santificarse en la vida cotidiana en medio de las realidades temporales, celebrando las alegrías y llevando las cruces de su existencia, convirtiéndose en un verdadero apóstol de la juventud, especialmente entre los grupos juveniles de este movimiento.
Participó en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, donde era catequista adulto y ministro extraordinaria de la Sagrada Comunión.
Se dedicó a sus estudios e investigación en Derecho, y más tarde a la enseñanza como profesor titular en IES y profesor sustituto en la Universidad Federal de Santa Catarina.
Incluso en medio de su enfermedad, estudió mucho para convertirse en fiscal, un cargo que según quienes lo conocieron ocupó durante un año con profesionalismo ético y dedicación evangélica.
Se identificó con el sufrimiento redentor de Cristo en la ofrenda de su enfermedad (leucemia), vivió con gozo y paz cristianos, durante cuatro años, de acuerdo con las enseñanzas de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.