El Seminario sobre la Prevención del Abuso se realizó en Venezuela del 27 al 29 de febrero de este año, en una alianza entre la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosos (CONFER) y el Consejo Nacional de Laicos (CNL), junto al Centro de investigación y formación interdisciplinar para la protección del menor (CEPROME), de la Universidad Pontificia de México.
El seminario reunió a cerca de 600 personas en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, e incluyó ponencias sobre temas como "La prevención del abuso: una prioridad para la Iglesia" y "El abuso en las instituciones educativas, deportivas y contexto digital".
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En el mensaje final del seminario, la CEV, la CONFER y el CNL aseguraron su "irrestricto compromiso con la justicia, que supone, por un lado, la escucha y acompañamiento de las víctimas, con la voluntad de resarcir de todos los modos posibles lo que de suyo es irreparable, y, por otro, el señalamiento de los culpables, su castigo, mediando siempre el debido proceso, y garantizando que nunca más tengan la posibilidad de causar daño".
"Esto sumado a un denodado empeño por crear una auténtica cultura de la protección, que nos lleve a vencer todo tipo de silencio, de indiferencia, de prejuicio o de pasividad, y se convierta en participación, empatía, solidaridad y, sobre todo, un nuevo modo de cuidarnos unos a otros como comunidad", indicaron.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Daniel Portillo, director del CEPROME, destacó que "es muy admirable la respuesta que se dio aquí en Venezuela".
"La idea es que bajo la misma línea, la misma mística de ir generando redes, se han dado este tipo de alcances. Hay gente que ha venido desde distintas ciudades de Venezuela. Están obispos, superiores y superioras generales. Están algunos superiores locales. Hay laicas y laicos, que han venido justamente a recibir este seminario", dijo.
Para el P. Portillo, frente a todos los avances que se ha tenido en la prevención de abusos sexuales en la Iglesia, "el desafío más grande es el de la unidad".
"Si entre nosotros no empezamos a generar redes, conexiones entre nosotros, esto no funciona. La única manera cómo podemos hacer que esto pueda ir generando un movimiento en nuestra Iglesia en América Latina es generar redes", señaló.
