Al menos 11 personas murieron y otras cuatro están heridas de gravedad a causa de dos tiroteos ocurridos la noche del miércoles 19 de febrero en bares de la ciudad de Hanau, en el centro de Alemania.
Según informa CNA Deustch –agencia en alemán del Grupo ACI– el sospechoso de 43 años, Tobias R, disparó al menos a 10 personas y luego se pegó un tiro en la cabeza. La policía investiga una posible motivación xenófoba, luego de encontrar en su domicilio un video y una carta de confesión.
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Los medios internacionales informan que algunas de las víctimas son de origen kurdo, mientras que la fiscalía asegura que las víctimas están conformadas por alemanes y extranjeros de entre 21 y 44 años.
Según el periódico "Bild", la supuesta carta de confesión habla de la necesidad de eliminar a personas que Alemania ya no puede expulsar.
La ciudad donde ocurrió el crimen, Hanau, está ubicada en la Diócesis de Fulda. El Obispo local, Mons. Michael Gerber, escribió una carta de condolencia al alcalde Claus Kaminsky.
"Estamos profundamente perturbados por la información que actualmente nos estamos enterando respecto a los antecedentes de este crimen. Nuestra solidaridad se dirige a los heridos y a los fallecidos, así como a los primeros auxilios y servicios de emergencia involucrados en tratar y aclarar el crimen. Las oraciones en nuestras comunidades tienen un lugar permanente", sostuvo el Prelado.
El Obispo de Mainz, Mons. Peter Kohlgraf, escribió en su página de Facebook: "Leí las noticias de Hanau con tristeza. ¡Estoy con la gente de esta ciudad, especialmente las víctimas y sus familias y amigos, en oración!".
También el Obispo de Passau, Mons. Stefan Oster, dio muestras de solidaridad: "¡Sin palabras por lo sucedido en Hanau! ¿Cómo llega tanta oscuridad al corazón de una persona? Estoy en silencio, cuestionado y clamoroso en la oración por los muertos y los afectados".
Mientras tanto, el obispo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), Heinrich Bedford-Strohm, culpó del crimen a los "círculos populistas de extrema derecha".
En su declaración, que difunde la oficina de prensa de EKD, dijo: "Estoy aturdido por la violencia de Hanau. Mis pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias. Si es verdad lo que ahora se conoce, esta violencia es un triste testimonio de las brutales consecuencias del veneno de la extrema derecha. Si siembras racismo y xenofobia, también debes esperar que esto resulte en violencia brutal".