Mons. Santiago de Witt de Guzmán, Nuncio en República Centroafricana y Chad, valoró como positiva y oportuna la decisión del Papa Francisco de que los nuncios tengan un año de experiencia misionera.
En declaraciones a Obras Misionales Pontificias (OMP), Mons. De Witt, que también ha servido en Egipto, República Democrática del Congo, Paraguay y Países Bajos; dijo que esto es "interesante y oportuno en la formación de los futuros diplomáticos" ya que "para tomar conciencia de las urgencias, de las necesidades y problemas que existen en estos contextos, es necesario vivirlos. Por mucho que uno cuente o explique, hay ciertas realidades que necesitan palparse".
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Hace unos días el Papa Francisco escribió una carta al presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica, Mons. Joseph Marino, en la que daba nuevas indicaciones para los candidatos al servicio diplomático vaticano, entre ellos este año de misión.
Aunque todavía debe concretarse a través de la Secretaría de Estado debería comenzar a partir del curso 2020/2021.
Mons. De Witt precisó que en su experiencia en países como Chad, República Centroafricana o República Democrática del Congo, lo primero que le impactó fue "la universalidad del mensaje cristiano, la catolicidad".
Dijo que "impresiona ver cómo el anuncio del Evangelio es capaz de entrar y de concretarse en las realidades culturales distintas de todos estos países; y ver cómo es capaz de echar raíces e ir poco a poco transformando esa realidad a la luz del Evangelio".
"Esta experiencia de participar en la Iglesia universal en la que -aunque estés en diferentes países de África, en algún país centroamericano o en los países de Europa- hay esa percepción clara de pertenecer a esa realidad eclesial, a esa fe en Jesucristo que es universal, y que es compartida y celebrada en esos diferentes ambientes. Esta es la primera experiencia que impacta y que es muy gratificante", aseguró.
También destacó la importancia de tener "una actitud disponible y de ir con mucha humildad a donde se te destine y a donde la Santa Sede decida enviarte".
"Es importante ser consciente de que a lo que uno viene es a trabajar y servir a la Iglesia local a la que se nos envía. Y sobre todo, es necesario también tener la conciencia de que lo más importante de la Iglesia es anunciar el Evangelio. Esto es lo decisivo y lo que da razón a nuestra presencia, llevar esa Buena Noticia a todas las gentes", insistió.
Mons. De Witt también explicó que su primer destino fue precisamente República Centroafricana y Chad. "Vivimos la realidad de estar en este país que sufre, que vive las consecuencias de una guerra larga, de un conflicto bélico que ha degenerado, que todavía tiene picos de tensión y violencia importantes, que encuentra muchas dificultades para caminar por el camino de la paz", aseguró.
Sin embargo, también destacó que le sorprendió y admiró "lo que la Iglesia local, a pesar de las dificultades, es capaz de testimoniar, celebrar y de vivir. Y de ser ella misma un signo y testimonio de esperanza para un país que necesita urgentemente de signos visibles de esa esperanza, que le impliquen a trabajar y a comprometerse por intentar mejorar a todos los niveles la realidad presente".
"Es admirable, e invita a seguir trabajando y creyendo que es posible, y que tiene que ser posible, un presente y un futuro mejor para esta gente, para este país, y esta realidad en la que yo estoy e intento dar lo mejor de mí", explicó.