El pasado 13 de febrero tuvo lugar el III Congreso de Bioética, organizado por el Instituto de Humanidades Ángel Ayala en la Universidad San Pablo CEU de Madrid (España), en donde subrayaron el peligro de una "pendiente resbaladiza" ante la posible legalización de la eutanasia en España.
La celebración de este congreso coincidió con la discusión en el Congreso de los Diputados del inicio de la tramitación de la denominada 'Ley de la eutanasia' .
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Entre los temas que se trataron en el Congreso se explicó la confusión existente en la actualidad con la denominada "muerte digna" y el peligro evidente de la "pendiente deslizable", también llamada pendiente resbaladiza, que se ha observado en Holanda, en donde en un primer momento se despenalizó la eutanasia para tratar enfermedades incurables; posteriormente se autorizó el empleo de la eutanasia en caso de enfermedades crónicas con dolor intratable; después se abrió a pacientes con enfermedades mentales, u actualmente se está contemplando la autorización en personas sanas mayores de 70 años que lo soliciten, aunque no se cumpla ninguno de los requisitos contemplados anteriormente.
Según destacan en una nota de prensa, durante el desarrollo del congreso también se destacó que el debate actual no es propiamente planteado como una cuestión médica, sino más bien ideológica, con una profunda raíz antropológica. En la dificultad de encontrar un sentido al sufrimiento y la enfermedad y de integrarlo en el recorrido vital de las personas. Esta carencia, sin duda, tiene repercusiones importantes en el modo de entender las relaciones sociales y las políticas, supuestamente sanitarias, pues acabar con la vida de una persona no es cuidar ni curar.
Además subrayaron que la experiencia clínica demuestra suficientemente que, para las situaciones de sufrimiento insoportable, la solución no es la eutanasia, sino la atención adecuada, humana y profesional, y a este fin se dirigen los cuidados paliativos.
Sin embargo, según el Atlas de Cuidados Paliativos en Europa, los recursos destinados en este sentido en España son muy limitados.
Mª Caridad Jorquera, matrona del Hospital Universitario de La Paz, explicó los cuidados paliativos perinatales y la atención a la muerte perinatal y recordó que "una vida breve no tiene porqué ser mala" y la verdadera humanización de la salud es "dar cuidados más humanos, centrarnos en las familias".
También intervino Manuel Martínez Sellés, catedrático de Medicina y Jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, Madrid (España) que recordó que la dignidad es algo intrínseco a todo ser humano y que la percepción que las personas enfermas tienen de su dignidad depende en gran medida de cómo son tratadas.
"Desde los tiempos de Hipócrates (450 a.C.) la misión de los médicos ha sido defender y cuidar la vida desde su origen hasta su final", destacó el doctor Martínez Sellés e insistió en que la Asociación Médica Mundial ha reiterado su firme oposición al suicidio con ayuda médica y a la eutanasia, ya que constituye una práctica de la medicina contraria a la ética.
El doctor Ángel José Sastre Beceiro, subrayó la importancia de la humanización en la medicina, especialmente en la relación médico-paciente y en cuidar esa confianza, así como en saber comunicar malas noticias, acompañar al paciente, y hacerle más agradable su estancia en el hospital, así como de la "mal entendida autonomía del paciente".