El Papa Francisco pidió a los agentes de Seguridad Pública que colaboran con la Gendarmería Vaticana animar su trabajo con "la llama de la fe, esperanza y caridad. Una llama humilde, simple pero genuina".
Así lo indicó el Pontífice este 8 de febrero al reunirse, como cada año, con los funcionarios y agentes de la comisaría de Seguridad Pública que trabajan en colaboración con el Vaticano.
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"No es fácil relacionarse todos los días con turistas y peregrinos que visitan la Plaza y la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos, o que vienen a encontrarse con el Papa" reconoció el Papa.
Por ello, Francisco dijo que están llamados a "combinar sus exigencias con las reglas indispensables del orden público y el desarrollo tranquilo de la vida alrededor de la Ciudad del Vaticano y de los lugares sagrados para la fe católica".
Además, el Santo Padre recordó el importante trabajo que realizan también cuando él realiza visitas pastorales en Roma y en Italia y agregó que ha podido "constatar personalmente su presencia discreta, atenta y eficaz".
"Esto quiero subrayar: discreta, eficaz y cuidadosa, pero discreta. Y esto indica el alto nivel humano. Por esto, muchas gracias", dijo el Papa.
En esta línea, el Pontífice confió a "la intercesión materna de la Virgen María las intenciones de su corazón, para que el Señor bendiga cada una de sus actividades y toda su vida, los ideales, las resoluciones, las aspiraciones. Que Nuestra Señora proteja especialmente a sus hijos y a sus ancianos, y ayude a sus seres queridos que viven en tiempos difíciles".
