La semana pasada el Papa Francisco autorizó el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce las virtudes heroicas de Maria do Carmo de la Santísima Trinidad, una carmelita brasileña conocida como Madre Carminha.
El reconocimiento de las virtudes ocurrió el 23 de enero pasado.
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La monja nació en el municipio brasileño de Itu, el 25 de noviembre de 1898, fiesta de Santa Catarina de Alejandría. Por esto último recibió el nombre de Carmen Catarina Bueno.
Como se indica en la biografía publicada por Vatican News, era hija de Teotônio Bueno y Maria do Carmo Bauer Bueno, una mujer que dio a luz a la edad de 15 años y que estaba en mal estado de salud. Así, la niña fue criada por su abuela paterna, María Justina Camargo Bueno, en Campinas (Sao Paulo), donde tuvo como amigo de la infancia al futuro Obispo de Taubaté, Mons. Francisco Borja do Amaral.
En 1916 vivieron durante un período en la Isla de Paquetá y al año siguiente fueron a Sao Paulo, donde Maria do Carmo estudió en el colegio Nossa Senhora de Sion.
Se hizo hija de María el 23 de septiembre de 1917, cuando sintió el llamado del Señor a dedicarse por completo a Él.
Maria do Carmo tenía un gran amor por Jesús y por la Iglesia, señala Vatican News, de modo que su piedad se hizo cada vez más profunda, siendo la Cruz de Cristo su gran amor y siempre buscando humillarse como Él.
Además, se dedicó a la formación intelectual. Habló y escribió en francés, escribió pequeñas obras literarias y aprendió el arte de la pintura.
Sin embargo, su experiencia con Santa Teresita del Niño Jesús fue lo que transformó su vida. Al leer el libro "Historia de un alma", Maria do Carmo decidió convertirse en carmelita y eligió a Mons. Francisco de Campos Barreto como director espiritual, que la dirigió a vivir una vida de amor a Dios y llena de virtudes.
Ingresó al Carmelo de São José, en Río de Janeiro, el 21 de abril de 1926 a la edad de 27 años. El 24 de octubre de 1926 recibió el hábito sagrado y el nombre religioso de hermana Maria do Carmo de la Santísima Trinidad.
Luego hizo un voto de mansedumbre para vivir la humildad como un medio de santificación y siguiendo la guía de su director espiritual.
Realizó los deberes de maestra de novicios, sub-prior y finalmente priora.
Volvió a ser maestra de novicias en 1949, pero comenzaron sus graves problemas de salud.
En 1952 nuevamente se hizo cargo del Carmelo y fue entonces cuando nació la idea de fundar un nuevo monasterio, Carmelo da Santa Face e Pio XII, en la Diócesis de Taubaté, cuyo obispo era Mons. Francisco Borja do Amaral. Las primeras seis monjas fueron al nuevo monasterio el 24 de agosto de 1953.
La Madre Maria do Carmo entregó el gobierno de la casa a la Madre Antonieta Maria el 12 de septiembre de 1961.
Sus problemas de salud empeoraron y el 7 de julio de 1966 sufrió un derrame cerebral y entró en coma profundo. Después de una semana de sufrimiento, falleció el 13 de julio.
La Madre Maria do Carmo ya tenía fama de santidad en vida y, después de su muerte, muchos comenzaron a visitar su tumba para pedir su intercesión.
Según Vatican News, se trasladó su cuerpo al Carmelo de Mairinque, en Sao Paulo. En el sexto aniversario de su muerte, sus restos fueron exhumados y su cuerpo fue encontrado intacto, incluyendo su túnica y flores secas. Además, no había rastro de mal olor.