Ante la difusión de imágenes en las que se ven a niños entrenando con armamento en el estado mexicano de Guerrero, un obispo de la región exigió que prevalezca "el derecho superior" de los menores y que las autoridades investiguen "y se haga justicia".
El 22 de enero de este año la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) presentó a 19 niños de entre 6 y 15 años armados, a manera de una "policía comunitaria", en la serranía de Chilapa.
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De acuerdo al diario mexicano El Sur, la CRAC-PF justificó que los menores sean entrenados en el manejo de armamento para defender a su comunidad de grupos criminales.
Días atrás, en la zona fueron encontrados calcinados al interior de un automóvil los restos de diez técnicos de un grupo musical.
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Salvador Rangel, Obispo de Chilpancingo-Chilapa, recordó que el mismo grupo presentó hace algunos meses a "los mismos niños con armas de madera y a mujeres".
"Yo creo que aquí tiene que prevalecer el derecho superior del niño", y rechazo que se utilice "niños incluso de seis años para presionar a las autoridades".
Los niños presentados por la CRAC-PF, dijo, "están militarizados para la guerra, para el ataque y no creo que sea justo".
Guerrero es uno de los estados mexicanos más afectados por la violencia. De acuerdo al Índice de Paz México 2019, realizado por el Instituto para la Economía y la Paz, Guerrero es el segundo estado más violento del país, solo debajo de Baja California.
Sin embargo, precisó Mons. Rangel, en la región de Chilapa "hemos avanzado muchísimo en la tranquilidad", especialmente en los últimos ocho meses.
"Aquí hay otros responsables que se tienen que buscar: ¿quién le está metiendo esto en la cabeza a estos niños? ¿Quién los está entrenando?".
El Prelado explicó que la región "es una zona de mucha pobreza, una zona muy marginada, pero no es justo que estén utilizando a los niños para presionar al gobierno, a las autoridades".
"Ellos quisieron utilizar a estos niños como un medio de desestabilizar al gobierno municipal", dijo.
Para Mons. Rangel ni el asesinato de los diez técnicos musicales ni otros hechos de violencia aislada en la zona guardan relación con el narcotráfico, pues "ya ni amapola siembran desde hace un año, cuando bajó el precio".
El Obispo indicó que los agricultores llegaban a recibir hasta 40 mil pesos (unos 2.100 dólares) por kilo de goma de opio, derivado de la amapola e insumo para la producción de heroína. Sin embargo, explicó, el precio se desplomó hasta alrededor de 3.500 pesos (133 dólares) por kilogramo.
La dramática caída del precio de la goma de opio se debería principalmente a que la heroína ha sido reemplazada en mercados como el estadounidense por drogas ilegales más poderosas, como el fentanilo.
Mons. Rangel reiteró que no se trata de "dos grupos delictivos" enfrentados en las serranías de Chilapa, sino "un problema de tierras".
La solución, dijo, estaría en manos del Gobierno federal mexicano, que podría "mandar peritos agrarios o repartir bien la tierra".