El Administrador Apostólico de Barquisimeto, Mons. Víctor Hugo Basabe, señaló durante la Misa por la Divina Pastora que Venezuela es un pueblo sitiado, al que el egoísmo y ambición de los que tienen el poder le han negado las necesidades más básicas para vivir,.
Este 14 de enero, como es tradición, el pueblo de Santa Rosa, en el estado Lara (Venezuela) celebra a la Divina Pastora en un recorrido de más de siete kilómetros hasta la Catedral de Barquisimeto.
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Durante la homilía, Mons. Basabe saludó al pueblo venezolano y a todas las personas que tuvieron que salir del país por las "las adversas circunstancias políticas, económicas y sociales".
El Prelado centró su reflexión en una comparación entre el pueblo de Israel, convertido en muralla de contención contra el avance de las fuerzas de Nabucodonosor, y Venezuela.
"El antiguo pueblo del que se nos habla en la primera lectura, es hoy el pueblo venezolano entero, un pueblo sitiado, un pueblo al que se le quiere reducir a la postración, negándole lo más básico para su vida", señaló el Prelado, en referencia a los continuos cortes del servicio eléctrico, la carencia de agua potable y la muerte de niños y ancianos por enfermedades.
Mons. Basabe enfatizó que el país está "sitiado por una violencia institucional que persigue, que encarcela, que destierra al que disiente del status quo y promueve cambios en la dirección del país".
El Prelado encaró al Gobierno, señalando que las ciudades están destruidas por "la decidía y la ineficacia de unos gobernantes que solo ponen en el primer lugar de sus opciones sus ansias de poder, de dominio, y de enriquecimiento mal habido, y se olvidan de trabajar por el bien común para el cual les fue otorgada la confianza de gobernar".
También recordó las persecuciones políticas del Gobierno de Nicolás Maduro y la mala situación laboral que atraviesan maestros, médicos y enfermeras, que realizan "actos de magia" para desempeñar su profesión.
Finalmente, el Prelado criticó a las fuerzas armadas del país, que juraron defender al país entero y a sus ciudadanos, y hoy políticamente parcializados oprimen al mismo pueblo "cuando este clama por sus derechos y por justicia".
Mons. Basabe recordó al pueblo venezolano que en las circunstancias por las que atraviesa el país, ellos están llamados "a responder con las armas de la fidelidad a Dios, en cuyas manos están nuestra vida y nuestro destino como nación".
"Es el momento de preocuparnos por desterrar de nosotros también toda conducta impropia, a fin de oponer al mal que quiere crecer entre nosotros la bondad de nuestras vidas", agregó.
El Prelado pidió a la Virgen María, Divina Pastora, su intercesión para que "pronto veamos a Venezuela transitar los caminos de la auténtica paz, la auténtica democracia y la verdadera libertad"
Luego de la Misa, los fieles acompañaron a la Divina Pastora por las calles de Barquisimeto, en su "visita" número 164 a la Catedral de la ciudad. También en la procesión se vio una imagen de José Gregorio Hernández quien se espera sea canonizado en los próximos meses.
El líder opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente encargado de Venezuela por unos 60 países, también participó de la procesión, junto al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Juan Pablo Guanipa, y varios diputados del Parlamento.