El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Mons. José Luis Azuaje, criticó a los diputados oficialistas que, "violentando toda normativa de la Asamblea Nacional", nombraron a Luis Parra como nuevo presidente a través de "una designación írrita".
Aunque sin mencionar a Parra, el también Arzobispo de Maracaibo se refirió con estas palabras a la elección que el 5 de enero realizaron los legisladores chavistas de una directiva de la Asamblea Nacional, en una votación en la que no participaron los diputados opositores debido a que los efectivos del régimen les impidieron ingresar al Parlamento.
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El discurso de Mons. Azuaje fue leído por el primer vicepresidente de la CEV, Mons. Mario Moronta, debido a que el Arzobispo de Maracaibo no pudo asistir por motivos de salud.
"Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos. Ese ha sido el mensaje dado por el grupo de diputados que violentando toda normativa de la Asamblea Nacional, se hicieron designar como directiva de esa institución. Los venezolanos sabemos que ha sido una designación írrita, fuera de toda normativa; por eso le tocará a la verdadera directiva elegida por votación y según las normativas de la A.N, seguir profundizando sobre la resolución de los principales problemas que aquejan al pueblo", señaló el discurso leído este 7 de enero durante la apertura de la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria de la CEV.
Además, Mons. Azuaje indicó que la presidencia del Episcopado emitirá pronto un comunicado sobre la actual situación del país.
El domingo 5 de enero se produjo en Venezuela una elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional sin precedentes.
En medio de irregularidades, el domingo fueron escogidos en lugares diferentes dos presidentes para la Asamblea. Por un lado, el chavismo y algunos diputados de la oposición proclamaron presidente de la Asamblea Nacional a Luis Parra, un opositor que critica a Juan Guaidó; y se eligió como vicepresidentes a Franklyn Duarte y José Gregorio Noriega.
Juan Guaidó es el principal líder de oposición al régimen de Nicolás Maduro y es reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 60 países.
La elección de Parra se realizó a puertas cerradas, sin medios de comunicación privados e internacionales y sin la presencia de la mayoría de diputados afines a Guaidó.
Este último, que buscaba ser reelegido presidente de la Asamblea, fue impedido de ingresar al hemiciclo por la Guardia Nacional. Más tarde calificó la elección de Parra como un "golpe parlamentario". También denunció que a otros diputados que lo apoyaban se les impidió ingresar al parlamento.
Así lo confirmó el corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Guillermo Olmo: "Las imágenes de Guaidó siendo rechazado en la verja culminaron una jornada de desorden en el legislativo venezolano y dejan serias dudas sobre la legitimidad del político al que se proclamó nuevo presidente".
En medio de la crisis y mientras que Parra se autoproclamaba presidente de la Asamblea Nacional, Guaidó y otros cien diputados afines realizaron una sesión paralela en la sede del diario El Nacional. Allí Guaidó fue reelecto presidente, y se eligió como vicepresidentes a Juan Pablo Guanipa y Carlos Berrizbeitia.
Este martes 7 de enero la sesión en la Asamblea Nacional también fue accidentada. Juan Guaidó y decenas de diputados ingresaron al hemiciclo a la fuerza; una vez dentro, se fue la luz en todo el recinto.
Tras los inconvenientes Guaidó presidió una sesión y luego juramentó nuevamente como presidente de la Asamblea. Luis Parra, que había realizado antes una sesión, se retiró a la llegada del líder opositor.
El presidente de la CEV, Mons. Azuaje pidió a los ciudadanos "estar conscientes" porque lo que está detrás de la crisis que vive el país "es el poder, en su concepción y puesta en práctica".
"Hoy, el poder como dominio gana terreno a la verdad. Como bien lo expresa Harari, 'los humanos prefieren el poder a la verdad. Invertimos mucho más tiempo y esfuerzo en intentar controlar el mundo que en intentar entenderlo, e incluso cuando tratamos de entenderlo, por lo general lo hacemos con la esperanza que comprenderlo hará más fácil controlarlo'", explicó.
El Arzobispo lamentó que el país se encuentre en medio de "un cambio de época global que ha sacudido los cimientos que sostenían la democracia, la paz, el desarrollo".
"Esto se vino preparando desde hace tiempo y no queríamos creerlo; pero llegó y se instaló", añadió.
Mons. Azuaje dijo que el "compromiso de todos y cada uno de los miembros de la Iglesia es hacia el despertar de la esperanza y la acción, desde lo local, desde cada comunidad eclesial, desde las comunidades de base, parroquias y diócesis, a través de un serio discernimiento, en una praxis cotidiana, fecunda, pues nuestra Nación se construye desde las raíces".
"Aprovechar la oportunidad histórica que tenemos para construir, sobre la base de lo mejor que hemos sido, una nueva historia basada en el bien común y la libertad. No podemos declinar en esto y mucho menos ser ingenuos. Como bien lo ha señalado el Padre Ugalde el día de ayer, el pueblo debe encontrar 'el puerto verdadero de su esperanza en la democracia social renacida. Es el reto venezolano de este año y no queda más alternativa que ponernos de pie y triunfar'", concluyó.