En los últimos días se difundió en redes sociales el supuesto milagro de una imagen de la Virgen Dolorosa que habría llorado en una iglesia del estado mexicano de Oaxaca.
Sin embargo, Mons. José Alberto González Juárez, Obispo de Tuxtepec, precisó en un video mensaje que "se trata de un rumor sin fundamento real".
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El Prelado mexicano explicó que tras indagar con el párroco de la comunidad de Cerro Armadillo Grande, en el municipio de San Juan Bautista Valle Nacional, y con algunos fieles de la localidad, "constatamos que la imagen de la Virgen efectivamente tiene lágrimas en el rostro, pero son lágrimas artificiales, hechas a propósito por quienes la fabricaron y la vendieron así".
"La imagen ha estado así desde que la compraron para la iglesia de la comunidad", indicó.
Mons. González Juárez lamentó que el rumor se haya viralizado desde el 31 de diciembre de 2019 en redes sociales, y precisó que con su aclaración no busca "juzgar o condenar a quien o quienes hayan difundido el asunto como un hecho real, sin indagar convenientemente sobre el mismo y sin medir las consecuencias de una afirmación irresponsable".
El Obispo de Tuxtepec aclaró que "invocar a la Virgen en cualquiera de sus advocaciones, mostrarle nuestro cariño y veneración, así como visitar los templos y las imágenes dedicadas a su persona es algo bueno".
"Gran parte de la religiosidad de nuestro pueblo se basa en muchos de estos signos, que hay que respetar y acompañar para que produzcan verdaderos frutos espirituales", añadió.
Sin embargo, precisó, "hay que decir la verdad, no hay que mentir".
Dijo que las lágrimas de la imagen de la Virgen Dolorosa en el poblado mexicano posiblemente son "de una resina transparente que se aplicó a la imagen para que parecieran reales, pero no hay líquido alguno en ellas".
El Obispo mexicano indicó que "las imágenes sagradas utilizadas para el culto en la fe cristiana tienen como objetivo elevar nuestra atención, pensamientos y sentimientos a Cristo, a la Virgen o a los santos".
"Cada uno puede sentirse movido a la piedad o a la oración cuando las contempla, pero eso no debe dar pie a difundir las propias percepciones como una verdad para los demás, menos afirmar un milagro donde no lo existe", señaló.
"Nuestra fe en Cristo se basa en la Palabra de Dios y en las enseñanzas de la Iglesia y debemos tener gran cuidado sobre lo que enseñamos y difundimos, para no crear confusión en nuestro pueblo", señaló.
El Prelado pidió a los fieles católicos mostrar un verdadero amor a la Virgen María "conociéndola mejor, tal como la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia la presentan, imitándola como Madre y Maestra por su vida y sus virtudes, invocándola como nuestra intercesora ante su hijo, Jesucristo".
Además, deseó de que "ojalá que las verdaderas lágrimas que la Virgen derramó junto a la cruz de Nuestro Señor nos recuerden las lágrimas reales que tantas madres y mujeres derraman por la pérdida de sus seres queridos, especialmente los que han sido desaparecidos o asesinados víctimas de la violencia".
"Oremos por ellas, visitémoslas a ellas para llevarles la fuerza y el consuelo del Señor", dijo.