En un mensaje de bienvenida para la nueva década, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, invitó a los católicos a llevar a cabo tres tareas "para ser creadores y promotores" de la familia cristiana en el 2020.
En un comunicado publicado en la web oficial de la Arquidiócesis de Madrid este jueves 2 de enero, el Purpurado explica cada tarea.
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1. Invitar a conocer a Jesús
El Cardenal Osoro señaló que esta tarea es necesaria para exclamar que Jesús es quien trae la esperanza y nunca el miedo.
"Esta Navidad una vez más vemos cómo Dios viene a vivir con los hombres: Dios en medio de nosotros, Dios con nosotros. Jesús abrió puertas para todos, se convirtió en la puerta verdadera por la que hemos de entrar. Al hacerlo encontramos esperanza, comprensión misericordia, bondad, humildad, dulzura, capacidad de llevarnos los unos a los otros, perdón", sostuvo el Arzobispo de Madrid.
Asimismo, pidió que "hagamos una Iglesia de puertas abiertas como nos está invitando a hacer el Papa Francisco".
"En este año nuevo estamos invitados a hacer esa salida misionera a un mundo que tiene necesidad de encontrar otra manera de vivir. Porque lo viejo ha pasado y lo nuevo ha comenzado. Salgamos de la comodidad y atrevámonos a llegar a todos los lugares geográficos o existenciales en los que es necesario que entre Jesucristo para regalar su luz y su vida", exhortó el Cardenal Osoro.
Finalmente, pidió entrar "en la dinámica del Señor de tomar la iniciativa, en la dinámica del don, de salir de nosotros mismos".
2. Acoger la paz de Jesucristo
La segunda tarea, según el Cardenal Osoro, es "acoger la paz de Jesucristo" porque es un pedido que él mismo nos hace.
"Se puso en medio de los discípulos y les dijo: 'Paz a vosotros'. Tomemos conciencia de lo que significa esta paz de Jesús. La paz es su vida que nos la regala", escribió el Purpurado.
En ese sentido, el Arzobispo español pidió que "dejemos que Cristo se ponga en medio de nosotros, para que así transformemos nuestra vida y hagamos una opción misionera, donde tengamos la valentía de cambiar todo lo que sea necesario con tal de convertirnos en cauce adecuado para la evangelización".
"Escuchemos la Palabra, crezcamos en la vida cristiana, en el diálogo, en el anuncio, en la caridad y generosidad, en la adoración al Señor y celebremos la fe con tal fuerza que nuestras familias y comunidades se conviertan en santuarios donde todos los hombres puedan beber para seguir caminando. Nunca dejemos la persona de Jesús y la Buena Noticia por Él proclamada que sigue fascinando. Arriesguémonos a presentar y a anunciar a Jesucristo", aseveró.
Luego agregó: "Quien no se arriesga, no camina. Nos equivocaremos si nos quedamos quietos. Nos lo dice el Señor, junto a su paz regalada, nos envía: 'Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo'".
3. Llevar la alegría del Evangelio
El Cardenal Osoro recordó que si bien hoy en día existen "grandes avances realizados en los ámbitos de la salud, la educación o la comunicación", no se debe olvidar "que hay muchos hombres y mujeres que viven en precariedad", que tienen "miedo y desesperación", falta de ganas de vivir, y sufren "discriminación y violencia".
"Todos somos necesarios e iguales en dignidad. Insistamos en la propuesta cristiana de reconocer al otro, de sanar heridas, de construir puentes, de estrechar lazos, de ayudarnos mutuamente a llevar las cargas. Hagamos percibir que una cultura popular evangelizada tiene valores de fe y solidaridad que provocan el desarrollo de una sociedad más justa", pidió el Purpurado.
Finalmente, reconoció que "contemplar a Jesús es una gracia".
"Es un misterio desconcertante la Encarnación: 'Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito'. Y este misterio es el que la Iglesia desea presentar y regalar a todos los hombres", añadió el Cardenal Osoro.