Según datos oficiales recogidos a lo largo del 2019 en la comunidad autónoma española de Cataluña, un millón de jóvenes de entre 18 y 34 años se declaran católicos.
Las estadísticas provienen de un trabajo conjunto realizado por el Centro de Estudios de Opinión de la Generalidad de Cataluña y del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat).
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Según un comunicado de prensa de la Arquidiócesis de Barcelona publicado el 2 de enero, del millón de jóvenes católicos catalanes, más de 125 mil se acercan semanal o mensualmente a su parroquia para asistir o participar en un acto de culto; y más de 300 mil pertenecen a la Iglesia en Barcelona.
"Estos datos también constatan que en la archidiócesis de Barcelona (que comprende las comarcas del Barcelonès, parte del Baix Llobregat y del Maresme, con una población de 2.6 millones de personas) de los 337 mil jóvenes católicos declarados, 44 mil van también semanal y mensualmente a un centro de culto", comentó la arquidiócesis.
La Iglesia en Barcelona señaló que estas cifras serán la base para el trabajo del 2020; con un plan pastoral dedicado a la juventud y que ha sido denominado "¡Salgamos!".
El Obispo Auxiliar de Barcelona, Mons. Antoni Vadell, dijo que "el plan constata una preocupación por los jóvenes, que deben ser atendidos y recibir el anuncio del Evangelio".
"En la pastoral con los jóvenes, además, es donde se manifiesta de manera más real el cambio de época que estamos viviendo. Por eso desde el Arzobispado de Barcelona se quiere escuchar a los jóvenes y, sobre todo, buscar que den el dinamismo necesario a la renovación eclesial", agregó.
Además, Mons. Vadell afirmó que a los jóvenes se les quiere hacer "conscientes de lo que ya se realiza, valorando todo el trabajo pastoral con jóvenes que tan positivamente llevan a cabo los movimientos evangelizadores de Acción Católica, así como otros movimientos cristianos y asociaciones juveniles".
Finalmente, el Obispo aseguró que la iglesia local necesita "afrontar con urgencia y creatividad el campo de la formación de la dimensión religiosa y espiritual de los niños, adolescentes y jóvenes", y deben "ser capaces de implicar padres y madres".
"En este sentido, hay que tener en cuenta las iniciativas pastorales que impulsa la Fundación diocesana para las Escuelas Parroquiales, así como la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña", concluyó.
