A través de distintas iniciativas cientos de personas llevaron un mensaje de Navidad y esperanza a los más desposeídos en Chile, Uruguay y Argentina.

La campaña "Navidad con el Hermano" de la Arquidiócesis de Santiago (Chile) favoreció a 12 mil familias en situación de vulnerabilidad con una caja navideña para celebrar la Nochebuena.

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La donación fue realizada por las parroquias Santa María de Las Condes, Nuestra Señora de las Mercedes y Nuestra Señora del Rosario en conjunto con la Vicaría de la Pastoral Social Caritas.

También la Vicaría para la Educación de Santiago participó de la tradicional "Navidad en la Calle" en la que unas 220 personas visitaron hospederías, hogares de niños, de ancianos y comedores fraternos el día 24 de diciembre.

 

 

En tanto, la Diócesis de Los Ángeles cumplió 10 años con la campaña "Cena para un hermano"

Este esfuerzo de la comunidad en coordinación con la radio Regina Coeli y la Pastoral Social se inició tres meses atrás y benefició a 450 familias.

También, la Diócesis de Temuco abrió las puertas de la catedral para que más de 60 personas en situación de calle, migrantes y gente de esfuerzo disfrutaran de un almuerzo de Navidad.

"Igual como lo hicimos para el día de la solidaridad, quisimos que la Catedral sea el Belén para muchos hermanos que viven en situación de calle. Creo que ante las circunstancias que vivimos en el país, han llegado más hermanos que están viviendo necesidades económicas y quisimos también como Iglesia acercarnos hacia ellos, compartir un almuerzo, un lindo signo para compartir el pan de cada día", expresó el párroco Juan Andrés Basly.

 

 

En tanto desde Uruguay el programa Puentes de Solidaridad entregó el pasado 20 de diciembre, canastas navideñas a 10 familias migrantes que se acercaron a la Iglesia y son acompañadas en su inserción al país.

A través de Puentes de Solidaridad, la Iglesia de Uruguay impulsa la generosidad y la acción de los fieles ante la compleja realidad migratoria del país.

 

 

En tanto, la Catedral de Montevideo abrió sus puertas para entregar una cena a las personas sintecho y personas solas.

 

 

También, la Diócesis de Río Gallegos (Argentina) celebró la cena de Navidad con inmigrantes venezolanos que viven en la ciudad.

En la actividad los invitados a la cena leyeron una carta en la que expresaron: "Quien se sentará a tu mesa esta noche es una persona que nunca pasó Navidades solo, hasta que tuvo que irse de Venezuela".

"Ese venezolano que se sienta hoy en tu mesa tuvo que decirle adiós a muchas cosas importantes". "Gracias por recibirlo, amigo extranjero. Los venezolanos siempre tenemos un lugar en nuestras mesas para quien no tiene familia con quien celebrar la Navidad".