La Cuaresma de Fraternidad 2019 aprobó 39 proyectos socio-pastorales de comunidades migrantes a lo largo de Chile que comenzarán su ejecución en marzo de 2020.
La colecta nacional que se realiza cada año durante el tiempo de Cuaresma, destinará los fondos hasta el 2021 a proyectos de acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes.
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El Consejo de Cuaresma aprobó 39 proyectos de un total de 56 iniciativas presentadas por 25 diócesis, un área pastoral y dos comisiones nacionales.
Los proyectos están destinados a implementar y fortalecer las pastorales diocesanas de Movilidad Humana, promover la integración a través de espacios de encuentro intercultural, proteger a grupos vulnerables como niños y mujeres, implementar oficinas de inclusión laboral y regulación de estatus migratorio y sensibilizar para integrar socialmente respetando la cultura de origen.
El Secretario Ejecutivo de Cuaresma de Fraternidad, José Tomás Silva, explicó que los proyectos beneficiarán a más de cinco mil migrantes "en coherencia con la propuesta del Papa Francisco de promover la cultura del encuentro en los ejes de acoger, proteger, promover e integrar".
Silva agradeció la colaboración de las personas en la colecta 2019 que "permite apoyar todas estas iniciativas" y adelantó la invitación para que más personas se sumen a esta actitud solidaria el próximo año.
Las iniciativas seleccionadas participarán de una jornada de capacitación sobre la ejecución y rendición de proyectos el próximo 14 y 15 de enero en Santiago.
Cuaresma de Fraternidad 2019
Cuaresma de Fraternidad es una colecta nacional que se desarrolla desde 1982 a través del Área de Pastoral Social - Cáritas de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh).
Comienza el Miércoles de Ceniza y concluye el Domingo de Ramos y cada tres años cambia su grupo objetivo.
En 2019 la colecta se realizó bajo el lema "Tu Aporte y el nuestro, Esperanza de todos" y recaudó 885.695.865 de pesos chilenos (1 millón 169 mil dólares aproximadamente).
Del total recaudado, un 30% financia los proyectos seleccionados, un 60% queda en cada diócesis para sus programas de acción social y el 10% restante se destina a cubrir los gastos operacionales de Cuaresma de Fraternidad a nivel central, entre otras actividades.
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