El Cardenal Louis Sako, Arzobispo de Kirkuk (Irak) y Patriarca de los caldeos, pidió silenciar las celebraciones navideñas de este año entre los cristianos iraquíes como muestra de solidaridad con los manifestantes antigubernamentales, muchos de los cuales han sido asesinados.
"Moral y espiritualmente no podemos celebrar en una atmósfera de tensión", dijo a Associated Press (AP) el Cardenal Sako.
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Las fuerzas de seguridad del país han asesinado a unas 400 personas desde que estallaron las protestas el 1 de octubre de 2019.
"No es normal celebrar nuestra alegría y felicidad mientras otros mueren. Eso no funciona. No tendremos otra celebración, no podemos hacer una gran fiesta cuando nuestro país se encuentre en una situación crítica", dijo el Purpurado.
Además, comentó que el dinero que previamente se había asignado para decorar las calles y celebrar la Navidad para las vacaciones serán ahora destinadas a los heridos en las protestas. Según la orden del Cardenal Sako, la Misa y las oraciones serán las únicas celebraciones de la festividad.
Un árbol de Navidad en un área de Bagdad que está controlado por las fuerzas en contra del Gobierno no está decorado con decoraciones tradicionales, sino con imágenes de fallecidos en protestas.
La mayor parte de la población de cristianos en Iraq es de rito caldeo. La Iglesia Caldea es una Iglesia Católica Oriental que se encuentra en plena comunión con Roma. Antes de que Estados Unidos invadiera Irak en 2003, había aproximadamente 1.5 millones de cristianos iraquíes. Hoy, se cree que ese número es menos de 500 mil. El surgimiento del Estado Islámico llevó a muchos cristianos a huir del país.
"Hemos sufrido mucho. Desde el colapso del antiguo régimen, muchos han sido asesinados, otros secuestrados, otros amenazados y abandonados, y muchas casas y propiedades de los cristianos han sido ocupadas por las milicias", dijo el Patriarca.
El Cardenal Sako defendió a los manifestantes, diciendo que simplemente le estaban diciendo al gobierno iraquí que buscaban "justicia y estabilidad y ser ciudadanos iguales".
"Pedimos la misma justicia para nosotros", dijo.
Aunque el Estado Islámico fue derrotado, la necesidad de asistencia de todas las formas sigue siendo grande, dijo el Purpurado en una carta publicada la semana pasada. En particular, existe una "necesidad vital" de servicios de salud de todo tipo, dijo.
"Insto encarecidamente a todos los actores a que trabajen específicamente para restaurar la vida en la llanura de Nínive, por ejemplo. Al alentar proyectos en agricultura, ganadería, comercio, etc.", expresó, sugiriendo que una mayor cooperación entre los obispos en el área podría ayudar a lograr estos objetivos.
El cardenal también pidió a los cristianos que "oren por Irak, y en particular por la gente de la llanura de Nínive", como una devoción especial de Adviento.