El Papa Francisco sigue de cerca las noticias que llegan del avión militar chileno desaparecido cuando se dirigía a la Antártida.
La Fuerza Aérea de Chile perdió contacto con la aeronave, un Hércules C130, el pasado lunes 10 de diciembre con 38 tripulantes a bordo.
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En un telegrama enviado por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en nombre del Pontífice, al Obispo Castrense de Chile, Mons. Santiago Jaime Silva Retamales, se afirma que "el Santo Padre sigue de cerca las noticias que llegan de ese amado país sobre la pérdida de contacto con el avión de las fuerzas aéreas que se dirigía rumbo a la Antártida".
"Asegura su cercanía espiritual al pueblo chileno y a todas las familias; y reza al Señor para que otorgue esperanza en este momento de incertidumbre y sostenga los trabajos de búsqueda y a cuantos colaboran en ella. En prensa de lo cual, imparte la bendición apostólica", concluye el telegrama.
El Hércules C130 de las Fuerzas Aéreas de Chile despegó de la base de Chabunco, al sur del país, pero sobre las 6:13 p.m. hora local, cuando faltaba menos de la mitad del vuelo, se perdió el contacto con la aeronave.
Tras la pérdida de contacto se inició la operación de búsqueda en el mar de Drake a unos 700 kilómetros al sur de Punta Arenas (Chile), a la que se sumaron Argentina, Uruguay y Brasil.
El Obispo Castrense de Chile, Mons. Santiago Silva, expresó en un comunicado su "afecto y cercanía" con los familiares de los 38 pasajeros y tripulación del avión.
Al mismo tiempo, "invitó a una ferviente oración al Dios de la vida en estos momentos de angustia e incertidumbre".
"Me dirijo muy especialmente a los familiares, seres queridos y compañeros de las personas que viajaban en la aeronave que se encuentra siniestrada, y a quienes trabajan afanosamente en las labores de búsqueda. La esperanza en Cristo nunca defrauda", finalizó Mons. Silva.