El Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola, puso su contacto personal a disposición de toda denuncia de víctimas de abusos sexuales por parte del clero.
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Coppola señaló que las puertas de su oficina están abiertas para recibir las denuncias, para acompañar a las víctimas "en su búsqueda de justicia".
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"Muchas veces las personas que han recurrido aquí eran víctimas que no habían sido escuchadas por parte de los responsables de la Iglesia (diocesanos o religiosos) y acudían a la Nunciatura motivados por el compromiso que el Papa Francisco ha manifestado claramente en favor de las víctimas", dijo.
El representante del Papa Francisco en México precisó que si bien su oficina "no es competente ni para conducir una investigación ni para tomar medidas, lo que he tratado de hacer es facilitar el acceso de la víctima a la autoridad competente de la Iglesia sea a nivel de la diócesis, sea a nivel del superior religioso, sea a nivel de la Santa Sede, acompañándola en su búsqueda de justicia".
Mons. Coppola subrayó que la lucha por prevenir y combatir los abusos sexuales por parte del clero "es clave porque se trata de una traición a la misión misma de la Iglesia".
"La misión de la Iglesia es hacer presente a un Dios que salva y con este tipo de acciones cometidas por miembros del clero en lugar de salvar y sanar se hiere y se destruye la vida de las personas", dijo.
Al referirse al trabajo que realiza la Iglesia para combatir los abusos, el Nuncio recordó que el Papa Francisco dijo en su Carta al Pueblo de Dios sobre los abusos sexuales, publicada el 20 de agosto de 2018, que "mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse".
Mons. Coppola señaló que "siguiendo las indicaciones del Papa se viene desarrollando en la Iglesia una política de 'tolerancia cero', en el sentido de proceder con transparencia y celeridad; aplicando medidas concretas contra los abusadores y penando también cualquier tipo de encubrimiento".
"La confianza se irá recuperando poco a poco en la medida en que los fieles encuentren reflejado en sus pastores el rostro misericordioso del Padre", aseguró.
El Nuncio Apostólico en México destacó luego el trabajo de "Líneas guía" que ha desarrollado la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), "en donde se detalla el procedimiento a seguir en estos casos conforme a la legislación mexicana y a la legislación canónica".
"Concretamente se trata de ofrecer a la víctima escucha, acogida y acompañamiento para realizar las debidas denuncias", indicó.
Mons. Coppola señaló que en lo que se refiere al proceso canónico, "el obispo tiene que realizar una primera investigación sobre los hechos, tomar las medidas cautelares adecuadas para que el presunto culpable no pueda reincidir e informar en seguida la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma que le indicará los pasos a seguir en el proceso penal".
"En el ámbito civil, el obispo debe señalar a la fiscalía el delito del cual tuvo conocimiento para que también la autoridad civil tome las medidas oportunas para hacer justicia e imponer la reparación del daño cometido. Es obligación del obispo seguir acompañando a la víctima y a su familia, asegurándoles la ayuda psicológica y espiritual necesaria", indicó.
El correo personal del Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola, facilitado a ACI Prensa para que las víctimas de abusos puedan contactarlo personalmente, es nuncio.mexico@diplomat.va.