El P. Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús, corrigió sus anteriores declaraciones en las que dijo que el diablo es "una realidad simbólica", para ahora afirmar que "naturalmente existe todavía como una fuerza que intenta destruir nuestros esfuerzos".
El superior general de los jesuitas dijo estas palabras durante un encuentro con la prensa en Roma el pasado martes sobre los 30 años del asesinato de seis jesuitas y dos empleadas domésticas en la Universidad Centro Americana de El Salvador por parte de un comando militar.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Según recoge Vida Nueva, Sosa dijo que al ofrecer su vida, ellos mostraron "la potencia de la esperanza y de la vida sobre el poder del mal y el poder del diablo, que naturalmente existe todavía como una fuerza que intenta destruir nuestros esfuerzos".
El diablo, añadió, "es quien se pone en medio frente al plan de Dios y a su obra de salvación cumplida en Cristo, porque ha tomado esta decisión libre de modo irreversible y quiere arrastrar a otros al rechazo del Dios misericordioso que prefiere dar la vida para salvar en lugar de condenar".
Con estas declaraciones, el P. Sosa se retracta de las palabras que dijo en una entrevista con la revista italiana Tempi, publicada el 21 de agosto de este año, en la que afirmó que el diablo "no es una persona como la persona humana. Es una manera del mal de estar presente en la vida humana".
"El bien y el mal están en lucha permanente en la conciencia humana, y tenemos los modos para indicarlos. Reconocemos a Dios como bueno, enteramente bueno. Los símbolos son parte de la realidad, y el diablo existe como realidad simbólica, no como realidad personal", afirmó.
Esta declaración iba a la par a la que dio en mayo de 2017 al diario español El Mundo, al que dijo que "hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal".
Lo que enseña el Catecismo
En el numeral 319 del catecismo, la Iglesia Católica afirma la existencia del diablo al enseñar que Satanás es "un ángel caído" que tentó a "nuestros primeros padres". "La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios".
Asimismo, el numeral 395 afirma que "el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios".