El sacerdote de la Arquidiócesis de Maracaibo (Venezuela), P. Silverio Osorio, está recaudando fondos para poder operar a su madre enferma, pues la escasez de medicinas y la crisis económica dificulta afrontar el costo del servicio médico.
La madre del P. Osorio, Esmeira Mora Faira, llevaba tres meses con una disfonía, una alteración en el tono de voz, que se agravó hasta quedarse sin habla (afonía). La "Mamá Esmeira", como la conocen, sentía un cuerpo extraño en la garganta, por lo que decidió asistir a consulta médica.
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"Pensamos que era alergia", señaló el P. Silverio en una entrevista a ACI Prensa. Esmeira fue al otorrino, y el médico encontró en la faringe "un nódulo quístico que según las características no es cancerígeno, pero hay que sacárselo porque le está molestando las cuerdas vocales a la hora de hablar".
Aunque la operación es ambulatoria, el costo es demasiado alto, especialmente para un sacerdote de la zona rural de Maracaibo.
El costo total del servicio médico, sin contar las medicinas del tratamiento post operatorio, asciende a 15 millones de bolívares (356 dólares aproximadamente). En Venezuela la remuneración mínima vital es 150 mil bolívares (3 dólares aproximadamente); lo que significa que una persona debe trabajar más de nueve años, sin gastar nada de su sueldo, para poder pagar la intervención quirúrgica.
Al día de hoy, 5 de diciembre, un dólar equivale a 43.032 bolívares, según detalla DolarToday.
El P. Silverio señala que "el suministro de medicinas es bastante difícil, bastante caótico", debido al alto precio que tienen los medicamentos. "Hay gente que padece por falta de medicina, por una simple aspirina, porque no se puede conseguir", agregó.
El sacerdote comentó que enfrenta la enfermedad de su madre con la esperanza puesta en el Señor, "que es el único que nos puede dar el ánimo para seguir adelante".
En este tiempo de Adviento, cargado de esperanza, el P. Silverio señala "que a pesar de la oscuridad, de los problemas, de los sinsabores que tenemos actualmente en nuestro amado país, y sobre todo en esta ciudad de Maracaibo que ha visto más evidente todo lo que está sucediendo, Jesús viene a salvarnos y nos trae una alegría que regocija, que transforma, que cambia a la persona".
El sacerdote pidió a las personas que atraviesan una situación similar a la suya, donde enfrentan la enfermedad de un ser querido, que no pierdan la esperanza, "la perspectiva de que es el Señor el que hace la obra".
"Porque si nos ponemos a pensar que somos nosotros los que vamos a hacer la obra, que vamos a solucionar los problemas, las dificultades, estamos perdidos", señaló. "De nada sirve que se cansen los constructores, si el Señor es el que construye la casa".
El P. Silverio comentó que, como señala el Evangelio, "hay que construir la vida, y depositar los problemas sobre la roca que es Cristo, Cristo que es la solución, Cristo que es la salvación, solamente de esa manera podemos seguir adelante y salir de todo eso".
"Es un momento muy oportuno para pedir a la Virgen Santísima, Nuestra Señora de Chiquinquirá, que nos asista y que nos ayude", concluyó.
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