Mientras el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo Emérito de Santiago (Chile), era agredido verbalmente por unos transeúntes por un presunto vínculo con encubrimiento de abusos sexuales en la Iglesia local, una joven lo defendió.

El miércoles 4 de diciembre mientras el Cardenal Errázuriz de 86 años de edad caminaba por el centro de la capital, fue abordado por un hombre que comenzó a agredirlo en forma verbal por su presunto rol de encubrimiento en los casos de abusos sexuales cometidos por algunos miembros de la Iglesia.

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Uno de los videos grabados por los transeúntes muestra que el hombre siguió al Arzobispo Emérito de Santiago para decirle "¡¿Porque es un anciano no puede decir nada?¡ ¡¿Porque es un anciano no se le puede decir nada?! Usted tapó a los encubridores, a los pedófilos, eso es lo que hizo usted". 

"Aprovechó de esconder las pruebas de los pedófilos. La Iglesia Católica tapa puros abusos, abusos infantiles, abusos económicos. No han pagado ni uno, igual que los ladrones de cuello y corbata", dijo el hombre.

Mientras se sumaban otros gritos e improperios de la gente, una joven que pasaba por el lugar se acercó a regañar a quienes seguían gritando al Cardenal Errázuriz. 

"No lo acosen", "estás encima de él", "Quizás es una persona que no ha hecho nada malo", dijo la joven.

Mientras los hombres justificaban su actitud, la joven insistía en que no debían acosarlo de esa forma porque "eso no está bien", consideró.

El Cardenal Errázuriz ha declarado como imputado ante la justicia civil por supuesto encubrimiento de abusos sexuales mientras dirigió la Arquidiócesis de Santiago entre los años 1998 y 2010.

Los casos que involucrarían al Arzobispo Emérito es el del sacerdote Tito Rivera, declarado culpable de abusos sexuales en 2018; Óscar Muñoz, excanciller de Santiago que se autodenunció por abusos sexuales; y Jorge Laplagne, investigado por presuntos abusos sexuales en parroquias y en la Congregación de los Hermanos Maristas.

También se suma el caso de Fernando Karadima, declarado por el Vaticano culpable de abusos sexuales en 2011 y expulsado del sacerdocio en 2018.

A esa condena se sumó en 2013 la demanda civil por "daño moral" contra la Arquidiócesis por parte de Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, víctimas de Karadima.

La diligencia fue rechazada en primera instancia en marzo de 2017; pero tras la apelación de los demandantes, la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó a la Iglesia local pagar una indemnización de 300 millones de pesos (unos 439 mil dólares) a los tres.

El Cardenal Errázuriz ha reiterado en distintas oportunidades que "no hubo encubrimiento" y que "nunca habría encubierto a un Fernando Karadima".