En Gaza, la pequeña comunidad católica reza el Rosario para que la Virgen María traiga la paz a esta zona de Medio Oriente, golpeada por la violencia y en la que cada vez quedan menos cristianos.
Así lo expresaron fieles y sacerdotes en un informe difundido por el canal italiano TV 2000 sobre la comunidad católica de 117 miembros, que vive en este pequeño territorio de 385 kilómetros cuadrados ubicado entre Israel y Egipto, y que desde el 2007 es administrada de facto por el grupo terrorista islámico Hamas.
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"Pedimos profundamente al gran poder del Rosario que cambie la situación en nuestro país. Nos faltan muchos derechos, pero nuestra principal dificultad es la de siempre sentirnos inseguros. No poder proyectar nada, esto nos consume día a día", expresó George Anton, uno de los fieles católicos residentes en Gaza.
Por su parte, George Salam Saba, feligrés católico, dijo que la vida en la Franja es dura sobre todo "cuando bombardean. Es necesario estar encerrados en la casa, no podemos ir a la parroquia con los niños, y también ellos saben que los misiles podrían golpearnos".
El 12 de noviembre Israel lanzó un ataque aéreo sobre Gaza, matando al líder del grupo terrorista Yihad Islámica, Abu al-Ata, considerado responsable del lanzamiento de cohetes desde la Franja hacia territorio israelí en los últimos meses. También falleció la esposa y quedaron heridos dos hijos.
Tras la muerte de al-Ata, los miembros de Yihad Islámica –que mantiene vínculos con Irán–, lanzó unos 300 cohetes contra Israel. Los israelíes aseguran que interceptaron la mayoría de estos. Durante esos días, hasta el alto al fuego alcanzado el 14 de noviembre, en ambos lados de la frontera se cerraron las escuelas.
En el informe difundido el 25 de noviembre por TV 2000, el ahora expárroco de Gaza, el P. Mario Da Silva, mostró desde la terraza de la parroquia de la Sagrada Familia uno de los lugares desde donde se lanzan los misiles. "Detrás de estos edificios que están aquí hay un campo de fútbol y algunas veces disparan desde ahí", indicó.
"La cosa peor que he visto aquí no ha sido la guerra, sino pienso que la situación actual, donde la gente no tiene una esperanza en el futuro. Esto pienso que es lo peor", expresó el P. Da Silva.
Por su parte, el nuevo párroco, el P. Gabriel Romanelli, se refirió al éxodo de cristianos. Indicó que con las nuevas tecnologías los más jóvenes pueden conocer otras realidades. "Es como si uno estuviese en una cárcel con ventanas hacia el exterior", indicó.
Según la televisora italiana, en la Franja de Gaza el 50% de las personas no tienen trabajo. Esto hace que "la actividad cuotidiana en la parroquia, la ayuda económica, social, sanitaria de la Iglesia", no basten "para detener el éxodo".
Un ejemplo es el caso de Yousef Tarazi, joven católico que busca emigrar a Brasil con su madre y dos hermanas.
"He decidido partir porque esta ciudad es terrible, tanto más si se es cristiano. No hay trabajo, hay bombardeos, había obtenido el permiso para salir por la frontera con Egipto. No es fácil porque debemos conducir más de ocho horas para llegar a El Cairo y el camino es peligroso. Rezo a la Virgen para que nos ayude. Mi corazón está triste porque tengo tantos amigos, pero he decidido otra vida en otro país", expresó.
El P. Romanelli dijo que en Gaza "el ecumenismo tiene una fuerza enorme. Delante del Santísimo Sacramento, rezando el Rosario, están invitados todos los que quieran venir. Numerosa es la participación de la comunidad católica, pero también la comunidad greco ortodoxa, y también algún protestante".
Por su parte, el P. Da Silva dijo que si bien la vida en Gaza es difícil, la ciudad "es mucho más bella que difícil, y esta respuesta de la gente, el ayudar a este gente que verdaderamente tiene necesidad, esto deja en nuestro corazón un sentido de gratitud con Dios".