El fin de semana el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK) aprobó los estatutos del polémico proceso sinodal de la Iglesia en Alemania que comenzará el 1 de diciembre, primer domingo de Adviento, y que según indicaron los obispos, se extenderá por un periodo de dos años.
Probablemente la novedad más saltante de los estatutos es que las decisiones a las que llegue la asamblea sinodal no serán vinculantes, como exigían los líderes del ZdK, sino que serán puestas luego a consideración de los obispos.
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Algunos de los temas más polémicos de las discusiones de la asamblea sinodal incluyen la posibilidad de ordenar hombres casados, mujeres y la bendición de parejas homosexuales.
Además, se rechazó una moción que solicitaba incluir en los estatutos el papel central de la evangelización, una propuesta que hizo en su carta del 29 de junio el Papa Francisco cuando escribió al pueblo de Dios en Alemania.
CNA Deutsch –agencia en alemán del Grupo ACI– informó que uno de los miembros del ZdK, Karl zu Löwenstein, recordó a los demás miembros del grupo laico, que el llamado a la evangelización fue un pedido del Papa y que, antes de pensar en decisiones sobre la estructura de la Iglesia, debería haber un mayor acento en el mensaje de Cristo.
Lo dicho por Löwenstein fue objetado por las dos vicepresidentes del ZdK, Claudia Lücking-Michel y Karin Kortmann, ambas políticas, quienes señalaron que cualquier cambio adicional retrasaría todo hasta llevarlo el inicio del proceso.
Este lunes 25 de noviembre, los obispos alemanes informaron también que el domingo 1 de diciembre encenderán una "vela sinodal" en la Catedral de Munich, como símbolo del inicio del proceso sinodal, en una ceremonia que dirigirá el Arzobispo de la ciudad y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Cardenal Reinhard Marx.
Hace unos días, el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ofreció una especial oración por Alemania y señaló que "si un sínodo busca cambiar la doctrina entonces ya no es un sínodo".
A finales de agosto el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos realizó una evaluación de los estatutos, como estaban hasta ese momento, y señaló que el rol del ZdK como participantes del mismo nivel en la asamblea era un motivo de preocupación. La evaluación fue enviada por el Cardenal Marc Ouellet al Cardenal Marx.
El Pontificio Consejo explicó que la figura que propone la Iglesia en Alemania no es un sínodo, un cuerpo consultivo, sino un concilio particular, es decir una figura canónica que puede legislar y enseñar con autoridad contando con la aprobación explícita del Pontífice.
También se indicó entonces que lo planteado por los obispos alemanes "no era eclesiológicamente válido" y busca tratar temas que "no pueden ser objeto de deliberaciones o decisiones de una Iglesia particular sin contravenir lo que ha sido expresado por el Santo Padre".
La grave crisis de la Iglesia en Alemania
En los primeros días de septiembre, el Cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dijo que "se puede llegar a la conclusión de que tiene sentido, bajo ciertas condiciones y en ciertas regiones, permitir sacerdotes casados". Estas se declaraciones cobran mayor importancia ya que el Cardenal participó del 6 al 27 de octubre en el Vaticano del Sínodo de la Amazonía, cuyo documento final propone la posibilidad de ordenar hombres casados como sacerdotes.
Los participantes del Sínodo también aprobaron mayoritariamente la propuesta para la creación de un rito amazónico y expresaron su apoyo a la posibilidad de ordenar diaconisas.
El Cardenal ha hecho también otras polémicas declaraciones en las que, entre otras cosas, alentó el acceso a la comunión de los divorciados en nueva unión, promovió que los sacerdotes católicos bendigan parejas homosexuales y sugirió que los laicos prediquen en Misa.
Asimismo, y también en el marco del Sínodo de la Amazonía, algunos obispos alemanes asistieron a fines de junio a una reunión privada en Roma, entre los que estaban el Cardenal Walter Kasper, que promueve públicamente el acceso a la Eucaristía de los divorciados en nueva unión.
En una entrevista en 2018, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Franz-Josef Bode, dijo que si se autoriza la ordenación de sacerdotes casados en la Amazonía, entonces los obispos alemanes insistirían para tener ese mismo permiso. En enero de ese año también dijo estar a favor de bendecir a parejas homosexuales.
De otro lado, Mons. Franz-Josef Overbeck, Obispo de Essen y presidente de Adveniat, institución de ayuda de la Iglesia en Alemania para América Latina, dijo que el Sínodo de la Amazonía "es un punto de no retorno" para la Iglesia y que "nada será lo mismo" después de este encuentro.
El Prelado también apoyó públicamente la "huelga de mujeres" contra la Iglesia en Alemania, convocada por un grupo de católicas tras el no del Papa Francisco a la ordenación de diaconisas.
A mediados de julio de este año la Conferencia Episcopal de Alemania dio a conocer algunas estadísticas de 2018, entre las que destaca que en el periodo fueron más de 216 mil fieles los que decidieron abandonar la Iglesia Católica.
Asimismo, de los 23 millones de bautizados en el país, de una población total de 83 millones, el porcentaje de los que asisten a la Misa dominical está en un 9.3%, es decir alrededor de 2,1 millones.
En el caso de los sacerdotes que sirven en las diócesis del país, el número ha descendido a 1.161 en 2018, cuando eran más de 17 mil en el año 2000.
Las estadísticas también señalan que en el año 2000 las parroquias en Alemania eran 13.241. En 2018 descendieron a 10.045.
Las estadísticas de 2018 no proporcionan ninguna información sobre el sacramento de la Reconciliación o Confesión, una práctica que parece haber sido abandonada casi por completo por los católicos del país, incluidos los sacerdotes.