El Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, señaló que el actual "dilema" de México es si "estamos en manos del narco o estamos bajo la protección de seguridad que está obligada de ofrecernos el gobierno".
En declaraciones a la prensa recogidas por ArquiMedios, semanario de la Arquidiócesis de Guadalajara, el Cardenal Robles Ortega señaló que "hay zonas que están definitivamente tomadas por el crimen organizado y tomadas por el narco. Aquí lo que no se sabe es si el estado tiene la voluntad, tiene la posibilidad de recuperar esos territorios, o sencillamente como es un fenómeno más allá de lo estatal, más allá de lo nacional, es un fenómeno global, no se sabe si ante esa globalización del tema mejor prefieren no tocarlo".
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Según dijo el 15 de octubre el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Alfonso Durazo Montaño, Jalisco es uno de los cinco estados que concentran el 41.5% de los homicidios en el país, junto a Guanajuato, Baja California, Estado de México y Chihuahua.
A pesar de las medidas anunciadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que asumió el poder en diciembre de 2018, la violencia en México no ha disminuido. El primer semestre de 2019 ha sido considerado el más violento del que se tenga registro en el país.
De acuerdo a cifras oficiales, desde el 5 de diciembre de 2018, en que asumió la presidencia López Obrador, hasta el 19 de noviembre de este año han sido asesinadas 27.474 personas.
El Cardenal Robles Ortega se pronunció a pocos días del primer informe de Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, y señaló que "ese es el desconcierto que tenemos como sociedad y esa es la zozobra en la que vive la sociedad. Estamos en manos del narco o estamos bajo la protección de seguridad que está obligada de ofrecernos el gobierno. Ese es el dilema, esa es la pregunta y por lo pronto no se ve una respuesta".
Más adelante, el Arzobispo de Guadalajara precisó que "la Iglesia no se ha alejado de las personas", y señaló que "no hay parroquia que visite que no se acerque por lo menos un persona y me diga, 'señor Cardenal pida por mi esposo, pida por mi hermano, pida por mi hijo que está desaparecido'".
"Eso también se lo dije al gobernador. Lo que pasa es que uno invita a la gente a que lo denuncie y temen, no tienen confianza. Más bien temen que lo que le pasó a su familiar le pueda pasar a otro miembro de la familia si ellos exhiben o ellos denuncian lo que les está pasando".
"Pero sí, la Iglesia está presente, por ejemplo, cuando piden una Misa, cuando se acercan y comparten su pena. No podemos ir más allá, no es nuestra obligación brindar la seguridad, ni siquiera en los templos, es función de las autoridades brindar y garantizar la seguridad de los ciudadanos, no es de la Iglesia", dijo.