El Arzobispado de Santiago informó el 18 de noviembre que el Papa Francisco "ha impuesto la dimisión del estado clerical" a Oscar Muñoz Toledo por los delitos de abuso sexual de menores.
"La Delegación para la Verdad y la Paz reitera su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia para quienes hayan sido dañados por alguno de los miembros del clero de la Iglesia de Santiago", expresa el comunicado.
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Muñoz, que fue canciller de la Curia del Arzobispado de Santiago desde junio de 2011 hasta enero de 2018, se autodenunció de forma verbal en diciembre de ese año.
El Arzobispo de Santiago de entonces, Cardenal Ricardo Ezzati, le pidió a Muñoz que presentará su autodenuncia por escrito a través de la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE), hecho que se concretó el 2 de enero.
Luego se instruyó una investigación previa que acreditó la verosimilitud de la autodenuncia. El expediente fue derivado a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En junio de 2018, la OPADE recibió una nueva denuncia de un menor de edad contra Muñoz, antecedente que fue adjuntado a la causa presentada en Roma.
Un mes después se instruyó al Arzobispado de Santiago para que iniciara el proceso administrativo penal. Por su parte la fiscalía regional de Rancagua ordenó la detención del excanciller por cuatro casos de abuso sexual, estupro y violación contra menores de edad.
Por esta acusación el exsacerdote arriesga una pena de 41 años de cárcel.
Desde septiembre de 2018 Muñoz Toledo se encuentra con arresto domiciliario nocturno luego que la Corte de Apelaciones de Rancagua acogió la solicitud de su defensa para rebajar la medida cautelar de prisión preventiva.
