Del 20 al 26 de noviembre el Papa Francisco visita Tailandia y Japón, dos países del extremo oriente asiático en donde los católicos son una muy pequeña minoría.

En ambos países el Santo Padre se encontrará con las autoridades civiles y con distintos líderes religiosos. También sostendrá diversos encuentros con obispos, sacerdotes, religiosos y jóvenes. El Papa también visitará un hospital católico en Tailandia y llegará hasta Nagasaki en Japón para rezar por la paz. Para ver el peograma completo de su visita, puedes ingresar AQUÍ.

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En esta nota te explcamos cómo son las Iglesias locales y las comunidades católicas de estos dos países.

Tailandia

El cristianismo llegó al Reino de Siam, antiguo nombre de Tailandia, entre los siglos XVI y XVII de la mano de los dominicos portugueses Jerónimo Cruz y Sebastiao da Canto, ambos asesinados en 1569. Tras ellos, llegaron los franciscanos, los jesuitas y las Misiones Extranjeras de París.

En 1688 la Iglesia padeció un largo período de persecuciones que finalizó en 1782 con la llegada al trono del rey Rama I, que pretendía estrechar lazos con las potencias occidentales. A lo largo del siglo XIX la presencia de la Iglesia en el país se consolida.

Hoy, con más de 65 millones y medio de habitantes, Tailandia es un país mayoritariamente budista. El 95% de la población sigue esta religión. La principal minoría religiosa es la musulmana, con un 4% de fieles. Los católicos representan solo el 0,59% de la población.

La Iglesia en Tailandia tiene 11 circunscripciones eclesiásticas, 502 parroquias, 566 centros pastorales de diferente naturaleza.

En cuanto a los ministros, posee 16 obispos, 523 sacerdotes diocesanos, 312 sacerdotes religiosos, 123 religiosos no sacerdotes, 1.461 religiosas, 57 miembros de institutos seculares, 221 misioneros laicos, 1.901 catequistas y 306 seminaristas.

Tailandia mantiene relaciones diplomáticas plenas con la Santa Sede desde el año 1968. A pesar de que en los años 80 se vivieron momentos de tensión en las relaciones Iglesia-Estado, debido a los temores de los monjes budistas por la actividad misionera, hoy se han superado y las relaciones diplomáticas son buenas.

El budismo en el país tiene un estatus especial, aunque no es la religión oficial del Estado, y la libertad religiosa está garantizada por la Constitución, a pesar de que se recoge de forma expresa la obligación del Estado de promocionar el budismo en su corriente theravada.

La Iglesia en Tailandia, a pesar de ser pequeña en número, desempeña una importante labor social en el campo educativo, sanitario y social.

En Tailandia hay alrededor de 426 escuelas con más de 450 mil estudiantes, muchos de ellos no cristianos. También es destacable el compromiso de la Iglesia en favor de los pobres y de los sectores más vulnerables de la sociedad, entre los cuales se encuentran los migrantes y refugiados presentes en el país.

Tailandia es un país con una gran polarización política. En ese ámbito, la Iglesia se ha comprometido con la paz y con el diálogo. Paz, diálogo, oración y no violencia son los ejes sobre los que gira la acción de la Iglesia en favor de la concordia social.

Japón

El cristianismo llegó a Japón en el siglo XVI con la labor evangelizadora de San Francisco Saverio, que llegó a la isla el 15 de agosto de 1549 junto con jesuitas, franciscanos, dominicos y agustinos.

En 60 años, los misioneros consiguieron construir una rica comunidad cristiana centrada en la fe con fuertes raíces en la cultura local. La comunidad católica llegó a superar los 300.000 fieles y tenía su centro en la ciudad de Nagasaki.

En el siglo XVII se desataron las persecuciones. En 1597 26 mártires cristianos fueron crucificados. Privados del clero y de iglesias, y a pesar de las masacres, algunos cristianos japoneses lograron sobrevivir trasmitiendo la fe en secreto de generación en generación. Era la época de los "kakure kirishitan", o cristianos escondidos.

Su existencia se mantuvo en secreto incluso para el resto de la Iglesia hasta su "descubrimiento" a mitad del siglo XIX, cuando se abre de nuevo el país al resto del mundo y se permite le regreso de los misioneros.

Los siglos XIX y XX son los del renacimiento de la Iglesia en Japón. En 1862 se canonizaron a los 26 mártires cristianos de 1597. Regresaron los misioneros jesuitas, franciscanos, dominicos y se les añadieron los salesianos. En esa época se erigen las diócesis de Nagasaki y Osaka, y la Archidiócesis de Tokyo.

En el año 1942 se establecen las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Japón, aunque el proceso se interrumpió debido a la Segunda Guerra Mundial. Las relaciones diplomáticas quedaron penamente reestablecidas en 1966 con la institución de una nunciatura apostólica.

A pesar de la libertad religiosa, el cristianismo en Japón se sigue percibiendo como una religión extranjera y su número de fieles es pequeño.

Con una población de más de 126 millones de habitantes, los católicos son 536 mil, el 0,42% de la población. El 79% de la población es sintoísta y el 66% budista.

La Iglesia cuenta con 16 circunscripciones eclesiásticas, 859 parroquias, 102 centros pastorales de diversa naturaleza, 29 obispos, 511 sacerdotes diocesanos, 896 sacerdotes religiosos, 29 diáconos permanentes, 173 religiosos no sacerdotes, 4.976 religiosas, 174 miembros de institutos seculares, 5 misioneros laicos, 1.307 catequistas y 80 seminaristas.