El 12 de noviembre en el marco de una nueva jornada de protestas en Chile, un grupo de manifestantes atacó la iglesia San Francisco en Valdivia, en el sur del país.

Durante la noche, al finalizar las movilizaciones de ese día, en torno al paro nacional convocado por organizaciones gremiales y grupos de la sociedad civil, un grupo de personas forzó el ingreso del templo.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Allí profanaron el Santísimo y destrozaron bancas, muebles e imágenes religiosas con los que luego armaron barricadas en la vía pública.

 

 

A través de un comunicado, el Vicario General de la Diócesis de Valdivia, P. Nelson Huaiquimil, expresó su preocupación por los cinco hermanos dehonianos que viven en ese lugar. 

"Ellos se encuentran bien, pero sí con el estado natural de impotencia y dolor", describió el comunicado.

El Obispado de Valdivia lamentó el daño patrimonial al espacio que "pertenece a todos los valdivianos y juntos hemos de cuidarlo". 

"Agradecemos a las personas que han ayudado a custodiar, limpiar el templo y personas de buena voluntad que rechazan todo tipo de violencia, conscientes de que allí opera un comedor solidario".

En su mensaje, expresó que rechazan las muertes y los heridos civiles y de las fuerzas armadas, así como las "personas que han sufrido destrozos en sus lugares de trabajo, nuestras comunidades originarias, pescadores, campesinos, pequeños emprendedores, empresarios, etc".

En ese sentido, manifestó su solidaridad "con todos aquellos que a lo largo de la historia han sido despojados y sufrido distintos destrozos en su dignidad y desarrollo integral como personas o grupos, que han sido fruto de tantas injusticias y cuyo grito ahora también clama al cielo. Estamos convencidos que "¡El fruto propio de la justicia es la paz!".

Por último, invitaron a unirse en oración para que "en la búsqueda del bien, oremos por todos aquellos que se han sentido violentados y quienes causan violencia de distinta índole, miremos juntos nuestros espacios y mirémonos unos a otros no como enemigos, sino como aquellos que son capaces de construir juntos la familia humana que todos esperamos".

Hasta el momento, el ataque de la Iglesia San Francisco en Valdivia se suma a otros cinco violentos sucesos en Santiago, Viña del Mar, Punta Arenas y Talca.

Invocando la Ley de Seguridad Interior del Estado, el gobierno de Chile presentó una querella contra los presuntos responsables del ataque a la Iglesia San Francisco en Valdivia.

La violencia en Chile

Las manifestaciones en Chile se han caracterizado por iniciar de forma pacífica y concluir con fuertes enfrentamientos entre grupos de manifestante y Carabineros.

En ese contexto, se han destruido y quemado espacios públicos, el comercio, edificios patrimoniales y templos. También han surgido conflictos entre los atacantes y personas que buscan el cese de la violencia.

Un factor que alienta la expresión violenta de los manifestantes es la crisis institucional del país.

La encuesta de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo presentada en mayo de 2019 demostró que las instituciones peor calificadas son los partidos políticos y parlamentarios, seguido por los ministros, el gobierno, Carabineros y las Fuerzas Armadas.

En una escala del 1 al 7, la Iglesia Católica pasó de tener un 2,3 en 2018, a un 1,9 en mayo de este año. La baja aprobación hacia la Iglesia Católica se acentuó luego del destape de los casos de abuso sexual, de poder y conciencia cometidos por algunos sacerdotes, religiosos y laicos.