Ante el complejo escenario social y político que viven Chile y Bolivia, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) alentó a las comunidades a rezar por "la paz y la plena vigencia de las instituciones".
"En esta difícil hora que atraviesan los países de nuestra región, en nombre de la Conferencia Episcopal Argentina invitamos a nuestras comunidades a rezar por la paz y la plena vigencia de las instituciones, principalmente en las hermanas repúblicas de Bolivia y Chile", sostuvo la CEA en un comunicado difundido este lunes 11 de noviembre.
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El domingo 10, Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García renunciaron a sus cargos, luego de dos semanas de protestas por los resultados de las elecciones del 20 de octubre que dieron como ganador en primera vuelta a Morales.
Sin embargo, la oposición advirtió que se trataba de un fraude y la OEA advirtió en un informe que hubo irregularidades en el proceso, como actas alteradas y firmas falsificadas.
Ante la escalada de violencia por los enfrentamientos entre la policía, opositores y ciudadanos a favor de Morales, la Conferencia Episcopal de Bolivia llamó a la paz "en nombre de Dios les decimos: cesen las acciones de violencia y preservemos la vida y la paz. Mantengamos el espíritu pacífico que ha reinado en el pueblo en este tiempo".
En tanto la Conferencia Episcopal de Chile también llamó al cese de la violencia, tras el violento ataque a la parroquia La Asunción en la capital Santiago.
"Los templos y otros lugares de culto son sagrados", por eso ofrecieron a Dios su oración y perdón "por las profanaciones y, como Iglesia, repararemos estas gravísimas ofensas a Dios y a sus fieles", explicaron en un comunicado el 10 de noviembre.
Los obispos expresaron que muchos ciudadanos "nos oponemos radicalmente a la injusticia y a la violencia, las condenamos en todas sus formas y esperamos que los tribunales identifiquen a los responsables y se les sancione".
A mediados de octubre en Santiago de Chile hubo un estallido social debido al alza del pasaje en el metro subterráneo. Con los días se sumaron otras regiones para exigir al gobierno nuevas políticas públicas que permitan a las personas vivir con dignidad.
Sin embargo, además de las manifestaciones pacíficas, ha habido también desmanes, saqueos, enfrentamientos con carabineros, ataques a la propiedad privada, pública y edificios patrimoniales.
También existe una fuerte crítica al gobierno y a la policía por la medidas utilizadas para controlar la situación.