El Administrador Apostólico de Santiago, Mons. Celestino Aós, aseguró que para sacar a Chile de la crisis sociopolítica que vive es necesario realizar cambios profundos en las estructuras y en las personas.
El estallido social que comenzó el 18 de octubre en Santiago se extendió rápidamente a todo Chile. La ciudadanía comprendió que la falta de políticas públicas que permitan una vida digna para todos era una necesidad transversal.
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Sin embargo, junto a las manifestaciones hubo una escalada de violencia producida por grupos de personas que incendian y destruyen la vía pública, el comercio, entre otros desmanes.
El Gobierno declaró estado de emergencia en el país y la seguridad quedó en manos de las fuerzas militares que intentaron poner orden hasta pocos días después de terminado el toque de queda. El presidente Sebastián Piñera también anunció algunas medidas que deben ser debatidas por el Parlamento. Días atrás cambió a algunos miembros del gabinete de ministros.
En tanto, las marchas por distintas demandas no han cesado y en paralelo también se desarrollan diálogos comunitarios para recoger los pedido y posibles soluciones a la crisis.
"Si no se hacen cambios profundos, estaremos hablando de maquillaje y volveremos a repetir la misma historia y el estallido va a ser igual de fuerte o mayor. La sociedad y los que están sufriendo están muy alertas y no van a tolerar algo que no se sostiene", explicó Mons. Celestino Aós en la nueva edición del diario Encuentro.
"Tiene que haber cambios profundos, pero los cambios profundos no son sólo en las estructuras, sino que también en las personas. Es indudable que hay que cambiar la Constitución y ciertas estructuras, pero también es indudable que tenemos que cambiar a la persona que está dispuesta a ir a quemar un bien público o a insultar al otro", aseguró.
El Obispo dijo que la crisis es una oportunidad para aprender y "pensar sobre las estructuras que estaban" y también "sobre este otro Chile que estamos descubriendo".
Mons. Aós precisó que la Iglesia no se puede quedar "en la reflexión". "Como cristianos el arma más fuerte que tenemos es la oración, porque sólo Dios puede cambiar el corazón de los hombres. Nosotros tenemos que rezar por Chile y por los chilenos, por los que están sufriendo más, por aquellos que van por el camino de la violencia, para que cambien, por aquellos que están desconcertados".
También explicó que se puede aportar al llamado "Pacto Social" abriendo las iglesias para el diálogo y la conversación, visitar a los enfermos, entre otras acciones que ya se realizan.
"Tenemos derecho a dar una mirada cristiana, pero creo que nuestras parroquias y locales deben abrirse para un diálogo no sólo de los católicos, porque hay gente que piensa que la moral es de patrimonio de nosotros los católicos y no".
"Nosotros podemos exponer nuestra manera de pensar las cosas, de desearlas y habrá que llegar a acuerdos, precisamente para eso se convoca un Pacto Social", agregó.
En ese sentido Mons. Aós aseguró "todos tenemos una cuota de responsabilidad" en lo que sucede. "Ciertamente algunos más que otros" de acuerdo a su responsabilidad y exigencia.
"Todos tenemos que ver y todos tenemos que empujar para decir: 'Yo quiero ser mejor ciudadano y mejor cristiano'. Siendo mejor ciudadano y mejor cristiano, Chile y la Iglesia serán un poco mejor", reflexionó.
El Administrador Apostólico de Santiago recordó que no se debe "justificar ninguna violencia, la violencia es mala siempre. Lleva a más violencia".
Indicó que "hay demandas legítimas que se han de manifestar de una manera también legítima, respetuosa" y con un poco de paciencia.
"Las flores no nacen en un día. Es un proceso. Pretender que Chile va a cambiar todo y hacerlo todo en un día, más en un momento de nerviosismo, no, hay que hacerlo pero se requiere tiempo y paz. Y lo cuarto es que cada uno piense qué es lo que puede aportar en este momento a Chile. Todos tenemos algo que aportar", finalizó.
Puede leer la reflexión completa AQUÍ