Un grupo contra la eutanasia en el Reino Unido pide mantener las leyes contra el suicidio asistido, frente al pedido de la familia de una anciana, acusada de asesinar a su esposo, para que las leyes se relajen.
"Es triste ver que este caso se utiliza para tratar de justificar una campaña que rompe las protecciones universales, tratando de manera diferente a las personas con enfermedades terminales, discapacidad o que tienen condiciones crónicas", comentó el jefe ejecutivo de Care Not Killing, Dr. Gordon Macdonald.
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"Sabemos por el puñado de lugares que han hecho un cambio tan grande, que las personas vulnerables a menudo se sienten presionadas para terminar sus vidas prematuramente", señaló.
Otros países como Bélgica, Países Bajos y Canadá han legalizado el suicidio asistido, y Macdonald señala que los efectos negativos de estas decisiones legales ya se están demostrando.
En Canadá, comentó, que solo cambió la ley en 2016, las mejoras a la medicina paliativa no se han materializado, los tribunales han extendido el suicidio asistido a aquellos con afecciones crónicas que no son terminales, y a algunos pacientes se les niega la atención médica y en su lugar se les ofrecen medicamentos letales.
También recordó el caso de la belga Godelieva De Troyer, que estaba físicamente sana pero sufría de depresión durante la mayor parte de su vida, y el Estado belga le dio la eutanasia en 2012 "sin consultar ni a su hijo, ni al psiquiatra que la había atendido por más de 20 años".
Un informe belga sobre la eutanasia en 2016-17 sugiere que aproximadamente seis personas reciben la eutanasia diariamente en el país, donde la práctica ha sido legal desde 2002.
"En los Países Bajos hubo un caso de una mujer de 74 años que sufría de demencia que fue asesinada en 2016. El médico supuestamente no pudo verificar que la mujer quería terminar con su vida, la sedó y le pidió a su familia que la sostuviera mientras administra la droga letal", dijo Macdonald.
"Estos casos y muchos otros muestran cómo las leyes de muerte asistida están funcionando mucho más allá de su mandato original, y cómo los pacientes que no son mentalmente competentes están siendo asesinados regularmente", señaló.
El caso Eccleston
Un jurado absolvió en septiembre a Mavis Eccleston, de 80 años, del asesinato y homicidio de su esposo Dennis, de 81 años, informa la BBC.
Mavis fue acusada de darle a su esposo una dosis letal de medicamentos sin su conocimiento en un "asesinato por misericordia" en febrero.
Mavis dijo al jurado que ella y su esposo tenían la intención de quitarse la vida con el medicamento y que habían decidido hacerlo después del diagnóstico de cáncer terminal de Dennis.
La pareja fue encontrada en su apartamento por los miembros de la familia el 19 de febrero de 2018, luego que tomaron las drogas. La pareja fue llevada de urgencia al hospital. Mavis sobrevivió, Dennis no.
La hija de la pareja, Joy Munns, comentó que su madre "nunca debió ser acusada de asesinato" y está pidiendo un cambio en las llamadas leyes de muerte asistida del Reino Unido.
"Mi papá quería morir en casa con su familia su alrededor. Quería irse y no sufrir el dolor", comentó Munns a la BBC.
La posición de la Iglesia sobre el suicidio asistido
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que el suicidio y la cooperación en el suicidio son moralmente inaceptables, aunque señala que: "No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida".
"Aquellos cuya vida se encuentra disminuida o debilitada tienen derecho a un respeto especial. Las personas enfermas o disminuidas deben ser atendidas para que lleven una vida tan normal como sea posible. Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable.", afirma el Catecismo.
"Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del Dios vivo, su Creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre", agrega.
Ley sobre el suicidio asistido en Reino Unido
La ley sobre el suicidio de 1961 señala que es ilegal alentar o asistir la muerte en Inglaterra y Gales, reporta la BBC. En 2015, el Parlamento del Reino Unido rechazó un proyecto de ley que buscaba legalizar el suicidio asistido para pacientes con enfermedades terminales.
Noel Conway, un hombre con enfermedad terminal que quería que un médico pudiera recetarle una droga letal, impugnó la Ley de Suicidio de 1961 en el Tribunal Superior de 2017, pero su caso fue desestimado.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.