Ante las próximas elecciones, la Federación Española de Asociaciones Provida ha enviado un comunicado titulado "Un momento de silencio, por favor", en donde piden que se recuerde a "los grandes olvidados por casi todos", los aún no nacidos, los ancianos y los enfermos.

En el comunicado llaman a escuchar "el grito silencioso" de los no nacidos, que "no pueden decir que son inocentes, que su condena no es un avance social, que ellos y sus madres merecen atención, no muerte, que no existe ningún derecho a quitarles la vida".  

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

"No es coherente condenar la violencia" y no curar "las heridas que desde hace casi 40 años llevan en su alma millones de mujeres y también hombres", pues de este modo "no podemos encontrar la verdadera paz personal ni social".

También pidieron un momento de silencio para escuchar al enfermo y al anciano, "a quien se acerca al final y sólo escucha promesas de empujarle a la muerte".

"Somos muchos los comprometidos con la vida, quienes sólo daremos el voto a quienes de manera inequívoca defiendan a cada ser humano desde el principio y hasta que de manera natural llegue su muerte. Sólo lo daremos a quienes quieran ayudar a la familia, a la recuperación de nuestras ricas y profundas raíces bien asentadas en valores firmes y no perecederos", aseguran en el comunicado.

También hicieron un llamamiento a los políticos porque "más que desear nuestros votos, querríamos que les doliera el alma y desearan de corazón acabar con la mayor injusticia consentida e ignorada que es ya un holocausto" y les pidieron que "disputen por ver quién ofrece las mejores medidas para asegurar la vida de todos, nacidos y no nacidos, jóvenes y mayores, sanos y enfermos, de todos".

Además les animaron a dar la cara "sin complejos por una ley que defienda siempre y en toda circunstancia la vida humana y hagan oídos sordos a quienes bajo palabras y derechos inventados pretenden normalizar este horror y mantener su negocio".