El 5 de noviembre se inauguró y bendijo en el Panteón Metropolitano un pabellón especial para dar sepultura a los niños no nacidos, una iniciativa impulsada por el movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María", con el apoyo de la Arquidiócesis de Guayaquil (Ecuador) y la Junta de Beneficencia de la ciudad.
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Créditos: Marianella Viteri
La Junta de Beneficencia de Guayaquil destinó un lugar especial y construyó un bloque de bóvedas con capacidad para 24 nichos, donde "serán sepultados los bebés NN que la institución reciba para este fin".
Estela Zea de Furlato, subdirectora de este movimiento, comentó a ACI Prensa que el proyecto nació de una intención personal de María Cecilia Lasso, directora de "Bebés en los Corazones de Jesús y Maria" que la motivó adquirir un nicho. Sin embargo, gracias al apoyo del gerente comercial de la Junta de Beneficencia y miembro del movimiento, César Salmon, "lo que era un espacio se convirtió en 24, y el día de la inauguración, la Junta a través de Jose Luis Salazar nos ha ofrecido más, para seguir creciendo con este pabellón".
Esta idea complementa el trabajo que realiza Proyecto Esperanza, apostolado que acoge y acompaña a aquellas madres que perdieron a sus bebés por un aborto inducido o espontáneo, siendo parte de este proceso de acompañamiento, la reconciliación y el encuentro de la familia con el hijo que no pudo nacer.
"Una manera de vivir este duelo causado por la pérdida gestacional es obviamente dar santa sepultura al no nacido", comentó Zea. "Afrontar el duelo es una parte del sanar para estas personas, y muchas veces no se afronta este duelo, y esta [iniciativa] es una manera tangible y real de poderlo hacer", indicó.
Créditos: Marianella Viteri
Las personas "se refieren al no nacido como un bebé que no nació nunca, pero realmente nació en el vientre de la madre y ha vivido", por lo que "se merece que el duelo sea vivido. Es nuestra esperanza de que hay un futuro, ya sea lo que haya pasado", señaló.
Este servicio es gratuito, dado que "el espacio dentro del Panteón Metropolitano es justamente pensado para las familias vulnerables que no tienen dónde enterrar a sus bebés no nacidos".
Para poder acceder, es necesario acercarse a la Arquidiócesis de Guayaquil y seguir las indicaciones, tanto para las familias que lo soliciten como las personas que encuentren niños no nacidos en estado de abandono.
El día de la inauguración el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, celebró una Misa en memoria de los bebés no nacidos, junto con el director espiritual del proyecto, Mons. Giovanni Piccioli, y sacerdotes de la ciudad.
Créditos: Marianella Viteri
Estela Zea dijo que entre los 200 fieles estuvo presente una persona de 83 años que "se acercó a la Arquidiócesis porque no podía ir a la Misa, para pedir por sus cuatro hijos abortados".
Mons. Cabrera dijo en la homilía que la pérdida de un hijo es "un dolor que es imposible aplacarlo con palabras humanas, sólo la presencia de Dios es capaz de llegar a lo más profundo para llenar con ese bálsamo de paz, de esperanza".