El Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera López, pidió la bendición de Dios para la Comunidad Jésed, que cumple 40 años de fundación.
Jésed, un esfuerzo cristiano por llevar adelante la vida cristiana que tomó forma en 1979 en Monterrey (México), tomó el nombre del capítulo 2 del libro de Oseas, y significa "amor misericordioso y comprometido de Dios".
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Actualmente es una asociación privada de laicos en la Arquidiócesis de Monterrey.
Uno de los frutos más conocidos a nivel internacional de la comunidad es Jésed Ministerio de Música, dirigido desde sus inicios por Federico Carranza.
En su homilía de la Misa celebrada el 3 de noviembre en el Centro Convex de Monterrey, Mons. Cabrera pidió "que Dios bendiga estos 40 años de Jésed y Dios va por más siempre".
"Manténganse unidos, unidos en la fe, unidos en Cristo, unidos a su iglesia, unidos al Papa y a sus Obispos, unidos entre ustedes a sus sacerdotes", alentó.
"La Iglesia es comunión, nadie puede estar solo, nadie puede creer, ni esperar, ni amar solo, el Señor nos has creado necesitados uno de otros por eso la iglesia es comunión, por eso la conversión es caminar hacia el encuentro con el Señor, que Dios los bendiga y caminemos con alegría a la tierra prometida, al cielo, al encuentro con el Señor", dijo el presidente de la CEM.
En diálogo con ACI Prensa, Manuel de Urquidi, iniciador de Jésed, destacó que el origen de la comunidad está en "la alegría de encontrarse amado por el Señor".
Esa alegría, indicó, te lleva a "vivir una vida entre amigos, como hermanos en el Señor".
A 40 años, De Urquidi destacó que hay nuevos desafíos tecnológicos para la evangelización, así como nuevos horizontes para el trabajo de la Comunidad Jésed.
Entre los más importantes, destacó, está "llegar a los jóvenes" con "nuevas formas" a las que es importante adaptarse, para poder "llegar a su corazón llevándole la palabra de Dios".
"La gente tiene sed de Dios" y "el mundo necesita del Señor", aseguró.
En su homilía, el Arzobispo de Monterrey destacó que "los que aman siempre tienen prisa", y señaló los ejemplos de Zaqueo en el Evangelio que se leyó el domingo 3 de noviembre, así como el de la Virgen María, que "corre presurosa a la casa de su prima Isabel".
"Los que aman tienen prisa, porque aman, porque siempre quieren llevar la noticia del amor de Dios, prisa en amar, prisa en estar cerca, pero también, el que ama tiene paciencia, porque sabe que la persona amada tiene también su ritmo, su itinerario, su dificultades, sus problemas, sus caídas, pero porque le ama, sabe esperar", expresó.
El presidente de la CEM indicó luego que "durante estos días que he seguido los mensajes del Papa Francisco, ha insistido en esta virtud del amor, la paciencia, la paciencia que caracteriza al que ama".
"Ahora vivimos tiempos digitales, queremos que las personas rápido reaccionen, rápido se conviertan a Dios, de un día para otro sean santos, pero no es así. Los que iniciaron este camino hace 40 años, saben lo difícil que es caminar en la presencia de Dios", dijo.