El sacerdote dominico y experto en teología moral, P. Thomas Petri, explicó las razones por las cuales se le negó la Eucaristía a Joe Biden, precandidato presidencial demócrata en Estados Unidos.
En un artículo titulado "Sacerdotes, prudencia y política: ¿Por qué se le negó la Santa Comunión a Joe Biden en una Misa católica?", publicado el 3 de noviembre en USAToday, el experto se refirió a lo ocurrido el 27 de octubre cuando el P. Robert Morey, párroco de St. Anthony Catholic Church en la Diócesis de Charleston (Carolina del Sur), negó la comunión a Biden, por su postura pública a favor del aborto.
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El presbítero explicó inicialmente que los católicos, cuando cometen un pecado mortal, pueden recurrir al sacramento de la Confesión para luego recibir la Eucaristía y que "esta es la forma normal de hacer las cosas para los católicos típicos que cometen pecados, como los pecadores generalmente hacemos".
"Sin embargo algunos católicos pueden hacer oídos sordos a las preocupaciones de la familia, los amigos o los pastores. Esto siempre es estresante para todos los involucrados. La situación empeora cuando una persona públicamente se obstina en un pecado grave e insiste en que no hay nada inmoral en lo que hace", prosigue el P. Petri.
El experto se refirió luego al canon 915 del Código de Derecho Canónico, que precisa que "no deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave".
"La razón por la que la Iglesia puede prohibirle a algunas personas la Santa Comunión es precisamente porque su pecado no solo es grave sino público (es decir, 'manifiesto') y se obstinan en él. Una persona así ya no vive en comunión con la Iglesia, así que permitir que esta persona reciba la Santa Comunión sería también una mentira", resaltó el sacerdote.
"El aborto es un mal grave. No es un asunto de religión sino que tiene que ver con el derecho humano fundamental a la vida. Quienes públicamente apoyan el aborto o lo permiten (ya sea con leyes o cooperando con él) son cómplices de este mal, ya sea que sean políticos o gente de a pie", indicó el P. Petri.
"Esa persona no solo necesitan ir a confesarse antes de recibir la Santa Comunión sino que necesita demostrar que ya no está obstinada en su agenda. Esto por lo general significa alguna afirmación que corrija su antigua cerrazón", destacó el experto en teología moral.
El sacerdote dijo que la obstinación en el apoyo público al aborto no es la única razón para negarle la Comunión a una persona y puso como ejemplo que en New Orleans en 1962 lo fue el racismo.
"La dificultad pastoral de este aspecto de la enseñanza de la Iglesia es que requiere pastores que hablen y convenzan a quienes defienden políticas y acciones contrarias al Evangelio, para determinar si, efectivamente, están obstinadas. Esto por lo general se deja al párroco, pero como el alcance de los políticos va más allá de las parroquias muchos obispos han tomado ellos mismos esta responsabilidad".
Sin embargo, continuó el sacerdote, "los obispos de Estados Unidos no están unidos en su aproximación pastoral. Algunos han convertido en política negar la Comunión a los políticos públicamente obstinados, pero muchos otros insisten en que la Santa Comunión no debe negarse y que el sacramento no puede reducirse a un juego político".
Para concluir, el sacerdote reconoce que "a nadie le gusta que le digan ´no´ o que lo excluyan, pero la Iglesia enseña que a veces es necesario hacerlo no solo por el bien de la persona sino para ser consistentes con nuestras enseñanzas sobre la Comunión. Esto ciertamente será un paso difícil mientras avanzamos hacia el futuro previsible".