Los obispos eméritos de Costa Rica se unieron a la Conferencia Episcopal en su llamado a la defensa de la vida desde la concepción y pidieron al presidente de la República Carlos Alvarado no firmar la norma técnica que regularía el mal llamado aborto "terapéutico" en el país.
A inicios del 2019, el entonces ministro de la Presidencia de Costa Rica, Rodolfo Piza, dijo que en el transcurso del año tendrían lista una norma técnica para permitir el aborto terapéutico. Recientemente, el presidente Alvarado se comprometió a firmar dicha norma.
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El aborto es un delito incluido en el Código Penal de Costa Rica, despenalizado únicamente en casos de riesgo de vida de la madre. La Constitución Política afirma en su artículo 21 que "la vida humana es inviolable".
"Nos unimos al clamor vehemente de nuestros hermanos obispos de la Conferencia Episcopal, quienes acertadamente interpretan el sentir nacional por la defensa y cuidado de la vida, de manera que nuestro presidente no puede quedar indiferente, ni dejarse presionar por minorías y menos aún por políticas ideológicas", señalaron los obispos en un comunicado publicado el viernes 1 de noviembre.
Los obispos eméritos reconocieron que la Conferencia Episcopal ha "asumido una actitud responsable y valiente ante la eventual firma de la norma técnica sobre el aborto no punible en el país".
"Con nuestra actitud pastoral, lejos de herir a nuestros gobernantes pedimos con la fuerza de nuestra fe al Altísimo y a la Virgen de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, que iluminen a nuestras autoridades, para que acierten en una decisión tan trascendental, que compromete el futuro de nuestra patria y con ella el de la humanidad, de la cual somos parte integrante", resaltaron.
La prelados hicieron este pedido considerando "que Costa Rica ha tenido a lo largo de su historia una cultura provida y no de promuerte, que está institucionalizada en la Carta Magna artículo 21 y en el Código de Familia, como lo recuerdan acertadamente nuestros obispos".
También indicaron que los "costarricenses en su mayoría somos defensores de la vida y que existen organizaciones provida: Médicos abogados, farmacéuticos, casi la mitad de los legisladores de la Asamblea Legislativa y muchos grupos que son conscientes de que la vida es sagrada e inviolable, desde su concepción hasta su término natural".
"Se ha de tener la convicción que la prohibición del aborto es una cuestión humana y no de índole religiosa", subrayaron.
Finalmente recordaron que la mayoría del pueblo costarricense que "eligió a las autoridades de gobierno, clama para que se respete la vida, como derecho fundamental humano".
El comunicado fue firmado por Mons. Ignacio Trejos, Obispo emérito de San Isidro de El General; Mons. José Rafael Barquero, Obispo emérito de Alajuela; Mons. Hugo Barrantes, Arzobispo emérito de San José; Mons. Guillermo Loria, Obispo emérito de San Isidro de El General; Mons. Vittorino Girardi, Obispo emérito de Tilarán- Liberia; Mons. José Francisco Ulloa, Obispo emérito de Cartago; Mons. Ángel Sancasamiro, Obispo emérito de Alajuela.
El 17 de octubre la Conferencia Episcopal de Costa Rica brindó su apoyo a la campaña "40 Días por la Vida", llamando a los fieles a unirse "en oración para que el Señor de toda vida fortalezca la defensa de este derecho fundamental".
También pidieron a todas las personas creyentes unirse en esta jornada de oración y ayuno "para que el aborto nunca sea legalizado en Costa Rica y para que llegue a su fin en el mundo".
En otro mensaje, publicado el 21 de enero, los obispos subrayaron que "toda norma que pretenda regular la aplicación de un procedimiento médico destinado a una mujer en estado de gravidez debe basarse en estrictos criterios médicos y científicos, y nunca en consideraciones ideológicas".