En medio de reportes de crecientes robos de carteristas en el famoso santuario mariano en Francia, autoridades de Lourdes han incrementado la seguridad y alentado a los peregrinos a estar más atentos de sus pertenencias.
Pierre Aurignac, fiscal local, dijo a la Agence France-Presse (AFP), que el pueblo ha tenido una "explosión estadística" de carteristas. En lo que va del año, dijo, ha habido 274 denuncias de robo de carteristas, mientras que en los primeros nueve meses de 2018 se registraron apenas 117.
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La mayoría de los robos denunciados ocurren en las calles cerca al santuario, donde las tiendas de artículos religiosos venden rosarios, íconos, estatuas y agua de Lourdes.
"Los carteristas son profesionales altamente organizados", dijo Philippe Subercaze, autoridad de la ciudad a cargo de la seguridad.
"Ellos llegan en olas y cambian todo el tiempo. Tan pronto como uno es identificado o arrestado, son reemplazados. Es un juego del gato y el ratón", dijo, de acuerdo al diario Telegraph.
Desde el año pasado, las autoridades de Lourdes han instalado alrededor de 50 cámaras de circuito cerrado, y la Iglesia ha colocado más cámaras de vigilancia cerca al santuario, indicó el Telegraph.
El santuario de Lourdes está ubicado alrededor de una gruta a los pies de los Pirineos, una cordillera que separa España y Francia. En la gruta, Santa Bernadette Soubirous, la primera hija de un molinero pobre, fue visitada por la Virgen María en 1858.
El lugar de la aparición era muy sucio, y era frecuentemente usado como vertedero de basura del pequeño pueblo. Durante una de las visiones, Santa Bernadette descubrió una fuente de agua turbia y la Virgen le pidió que beba de ella y se lave. Tras seguir las indicaciones de Santa María, el agua se volvió limpia.
Muchos peregrinos han seguido también la indicación de la Virgen, y el santuario hoy tiene numerosas fuentes de agua y 17 cubículos de baño llenos de esta agua, a la que se le atribuyen numerosos milagros.
Miles de enfermos y afligidos buscan estas aguas cada año para curación física y espiritual. Informes de milagros son examinados por la Oficina Médica de Lourdes. La 70ª curación oficial fue reconocida en febrero de 2018, en que una religiosa francesa, la Hermana Bernadette Moriau, recuperó la movilidad después de que problemas en la columna la dejaran por años restringida al uso de una silla de ruedas.
De acuerdo a las cifras oficiales, indicó el Telegraph, más de 770 mil personas visitaron el santuario el año pasado, pero las autoridades locales creen que los números pueden ser mucho mayores, indicando que algunos peregrinos no se quedan por un periodo largo.
Aunque el sitio es conocido por sus milagros y conversiones espirituales, Subercaze pidió a la gente que tengan cuidado, indicando que los sitios religiosos a menudo llevan a las personas a un falso sentido de seguridad.
"Muchas personas creen que cuando llegan a Lourdes nada puede sucederles y dejan sus bolsos más abiertos de lo que harían en París", dijo, de acuerdo al Telegraph.
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.