Los reclusos del Centro de Detención Preventiva Santiago Sur (Chile), más conocido como la "ex penitenciaría", vivenciaron por primera vez un baile religioso en ese lugar.
El baile religioso "Diablada Compañía de María" de la Diócesis de San Bernardo acogió la invitación de la Pastoral Penitenciaria para visitar el recinto de detención considerado uno de los más peligrosos de Chile.
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La expenitenciaría se compone de patios donde duermen los reclusos. Estos a su vez confluyen en un gran óvalo o patio central.
En ese lugar, y el mismo día en que se celebró el Día de la Oración por Chile el pasado 29 de septiembre, se realizó una danza a la imagen de la Virgen de Fátima que ya se encontraba en el lugar.
Luego se celebró una Misa presidida por el Capellán Nacional de Gendarmería, P. Luis Roblero, y en la que participaron unos 60 internos con mucho respeto y devoción.
Bajo la atenta mirada de los internos el baile religioso acompañó el recorrido que hizo la imagen de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, en manos de un recluso.
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La capellana de la penitenciaría, Ana Lagos, manifestó que la última vez que se hizo algo así fue en 2017 en el sector módulo, "pero en el óvalo hace muchos años que no se podía hacer nada", por eso los funcionarios e internos manifestaron que con la visita llevaron alegría "a este lugar donde muchas veces predomina la tristeza y el desaliento".
En declaraciones a ACI Prensa, María Elena Bailereli, caporal mayor de la Diablada Compañía de María, manifestó que una de las misiones de un baile religioso es "estar en evangelización constante y llevar nuestra hermosa forma de profesar la fe donde sea necesario".
María Elena comentó que los gritos de peleas en el penal se silenciaron cuando la imagen de la Virgen del Carmen y el baile religioso pasaron por el óvalo. Ese gesto fue de mucha significación ya que la población penal es en su mayoría evangélica.
Los reclusos "estaban muy agradecidos y contentos con nuestra visita" comentó la caporal mayor. "Para nosotros fue una experiencia maravillosa, nos dejó con el corazón hinchado de gozo y con ganas de repetir la actividad para llevarles un poco esperanza y alegría de una Iglesia viva que no se olvida de ellos".