El Papa Francisco solicitó evangelizar con creatividad y no ser obstáculo del encuentro del Señor con cada persona porque "Dios quiere que todos se salven". Así lo indicó el Santo Padre en la audiencia general de este miércoles 16 de octubre en la Plaza de San Pedro.
"Un evangelizador no puede ser un impedimento para la obra creativa de Dios, quien 'quiere que todos los hombres se salven', sino uno que favorezca el encuentro de corazones con el Señor. Y nosotros, ¿cómo nos comportamos con nuestros hermanos, especialmente con aquellos que no son cristianos? ¿Somos impedimento para el encuentro con Dios? ¿Obstaculizamos su encuentro con el Padre o lo facilitamos?", preguntó el Papa.
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En esta línea, el Pontífice animó a pedir la gracia de "dejarnos asombrar por las sorpresas de Dios, de no obstaculizar su creatividad, sino de reconocer y favorecer los nuevos caminos a través de los cuales el Resucitado derrama su Espíritu en el mundo y atrae los corazones haciéndose conocer como el Señor de todos".
Reflexionando en el libro de los Hechos de los Apóstoles, el Santo Padre destacó durante su catequesis semanal la "creatividad de Dios que se manifiesta de manera sorprendente: Dios quiere que sus hijos superen todo particularismo para abrirse a la universalidad de la salvación" y añadió "este es el objetivo: superar los particularismos y abrirse a la universalidad de la salvación. ¡Dios quiere salvar a todos!".
De este modo, el Papa Francisco explicó que "quienes han renacido del agua y del Espíritu están llamados a salir de sí mismos y abrirse a los otros, a vivir la proximidad, el estilo de vivir juntos, que transforma cada relación interpersonal en una experiencia de fraternidad".
Por ello, el Pontífice recordó el episodio cuando el apóstol Pedro recibió una "provocación" divina mientras rezaba, evento que "provocó en él un cambio de mentalidad".
"Con ese hecho, el Señor quiere que Pedro no evalúe los eventos ni las personas de acuerdo con las categorías del puro o impuro, sino que aprender a ir más allá, a mirar la persona y las intenciones de su corazón" dijo el Papa quien recordó que Jesús ha dicho claramente que "aquello que hace impuro al hombre, de hecho, no viene de fuera sino del interior al corazón".
A continuación, el Papa relató que después de ese evento, el apóstol Pedro fue enviado a predicar a una "casa de paganos", Cornelio, quien no era judío, a quien bautizó con su familia "en nombre de Jesucristo". Tal hecho extraordinario causó escándalo entre los cristianos de Jerusalén y le reprocharon.
"Pedro hizo algo que iba más allá de la ley y por eso le reclaman", dice Francisco quien describió que "de hecho, después del encuentro con Cornelio, Pedro es más libre de sí mismo y está más en comunión con Dios y con los otros porque vio la voluntad de Dios en el actuar del Espíritu Santo".
De este modo, el apóstol Pedro puede comprender que la elección de Israel "no es la recompensa por los méritos, sino el signo de la llamada gratuita a ser mediación de la bendición divina entre los pueblos paganos", concluyó el Papa.