En el marco de la Semana de la Misericordia Hospitalaria desarrollada en la Arquidiócesis de Piura y Tumbes (Perú), desde el 15 al 18 de octubre, el Arzobispo local, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, visitó el Hospital de la Amistad Perú Corea Santa Rosa II-2, para entregar dos monitores de signos vitales y resaltar que la atención profesional, el espíritu de servicio, la capacidad de entrega y dedicación es lo que realmente debe primar en un centro de salud.
Mons. Eguren comentó que durante su visita al área de neonatología en agosto de este año, "se nos hizo saber que algunos niños con nacimientos prematuros no lograban sobrevivir debido a la falta de equipos médicos adecuados". "En coordinación con la dirección del hospital decidimos apoyar con esta nueva importante donación", mencionó el Prelado, e indicó que gracias al "generoso apoyo de personas de buena voluntad" se reunieron 40 mil soles (12 mil dólares aproximadamente), para poder comprar dos monitores de signos vitales que permitirá atender adecuadamente a los recién nacidos hospitalizados en Trauma Shock Neonatal.
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Foto: Arzobispado de Piura
En ese sentido, Mons. Eguren invitó a unir esfuerzos "para poder encontrar soluciones a las necesidades del sector salud y de manera especial a las de este nosocomio", buscando que otras instituciones, empresas y ciudadanos continúen con la iniciativa, y respondan "de manera generosa donando otros equipos y materiales necesarios, que son tan urgentes para este centro de salud".
Finalmente, dijo que si bien se necesitan recursos materiales, no se debe olvidar que la "atención profesional, el espíritu de servicio, la capacidad de entrega y dedicación de los médicos, enfermeras, personal sanitario y administrativo" es lo que realmente debe primar en el centro de salud.
Asimismo, alentó a los sacerdotes, religiosas y agentes pastorales a interesarse "en aquellos casos más críticos, para ver cómo se puede ayudar a nuestros hermanos enfermos, que son los predilectos del Señor".
Foto: Arzobispado de Piura
El director del hospital, Edwin Chingel Pasache, agradeció al Arzobispado y recordó que como médicos han hecho un juramento donde la salud y la dignidad del enfermo serán siempre la prioridad, así como un absoluto respeto por toda vida humana, desde su concepción hasta su fin natural.
Durante su visita, Mons. Eguren recorrió el área de pediatría y bautizó a varios niños prematuros. Además, visitó el área de quimioterapia para dar un mensaje de esperanza y consuelo a los pacientes, así como su bendición.
Foto: Arzobispado de Piura